Con la situación preelectoral luego de las PASO se han acelerado algunos procesos en relación a ambas coaliciones, tanto la oficialista como la opositora. Indudablemente, el resultado alentó más a la coalición opositora pensando en que se la abrían las puertas en el 2023 para poder acceder nuevamente al gobierno.
Sin duda esta posibilidad ha crecido. Por otro lado, el proceso de derrota del Frente de Todos incrementó las lucha de facciones entre los distintos sectores que participan del espacio o que tienen preminencia dentro del FDT, como es el caso del kirchnerismo. Este proceso involucra tanto al gobierno como al peronismo, que acá se ponen nuevamente frente a frente.
Pero hay un actor del peronismo que estaba relegado y que ahora da un paso al frente. Son los gobernadores. Allí se distinguen dos líneas: una "por adentro", que es la de Manzur (Juan Luis, Jefe de Gabinete), que aspira a la presidencia; y otras "por afuera", que es la de Schiaretti (Juan, gobernador de Córdoba), que también ambiciona la presidencia.
Alrededor del gobernador cordobés hay otros gobernadores que piensan la posibilidad de una nueva alianza del FDT con un poder relativo diferente entre las partes. Habrá que ver qué posibilidades tiene esta jugada, que podrá acelerarse o retrasarse en función del resultado que se tenga el día del comicio.
En la coalición opositora también hay internas, que por el momento son suaves en términos de que hay una posibilidad de victoria que debe reflejar la unidad de la coalición, como hizo el peronismo en 2019.
La alianza de JXC aprendió la lección y está aplicando la misma receta. Vamos a ver qué pasa. Si la diferencia de votos es muy fuerte a favor de la oposición, puede haber consecuencias que todavía no conocemos y cuyo alcance es un incógnita. Pueden involucrar solo un cambio ministerial o representar cambios más profundos. O bien se puede intensificar la aparición de interpelaciones más fuertes entre los distintos sectores que componen en FDT.
Esa es la situación que se dibuja dentro de un escenario económico y social complejo, difícil, con muchos exámenes para dar, no solamente con el Fondo Monetario sino también por el hecho de que la recuperación económica se está produciendo mucho más lentamente que lo que soporta la paciencia social. Esta se mantiene por ahora, pero no se puede tirar de la cuerda mucho tiempo más.
Ricardo Rouvier - Analista político - Twitter
comentar