Nelly Minyersky, abogada y una de las redactoras del proyecto de legalización del aborto, advirtió que “la sola despenalización agudizaría la discriminación ya existente y dejaría sin servicios de salud a quienes más lo necesitan”.

Nelly Minyersky, abogada especializada en derechos humanos y una de las redactoras del proyecto de legalización del aborto que obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados, advirtió ayer, en el marco del debate de la iniciativa en el Senado, que “la sola despenalización agudizaría la discriminación ya existente y dejaría sin servicios de salud a quienes más lo necesitan”.

En una entrevista que concedió a la agencia NA, la letrada -de casi 89 años y 60 de experiencia- explicó que despenalizar el aborto y sacarlo del Código Penal solamente, como proponen algunos senadores del oficialismo como parte de una seria de cambios, “no alcanzaría para legalizar la interrupción voluntaria del embarazo”.

“La ley consta de dos partes, una la del Código Penal y otra que tiene que ver con la salud. Dentro del campo penal, nadie se puede negar a practicarlo dentro de las 14 semanas. Pero primero hay que garantizar que lo tomen las obras sociales, y los hospitales”, señaló la integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito que el próximo martes defenderá el proyecto en el Senado.

Así, Minyersky, que fue la primer presidenta de la Asociación de Abogados de Buenos Aires, sostiene que “el derecho al aborto es un derecho constitucional” y con respecto a la polémica que genera en la sociedad el debate, advirtió: “El aborto toca nudos muy profundos de las personas porque abortar es ir en contra del mandato reproductor y de la mujer pariendo con dolor”.

A continuación, los principales pasajes de la entrevista:

-¿Cuándo comenzó a trabajar en el texto del proyecto de ley para legalizar el aborto?

- NM: Esto fue en 2012 más o menos, pero empezamos a trabajar con el tema del aborto en 2005 cuando arranca la Campaña. En una década escribí varios artículos que hoy son muchos de los argumentos que se debaten y en el que decimos que el derecho al aborto es un derecho constitucional que los antiderechos niegan.

-¿Y ese fue el texto que se presentó en Diputados y recibió la media sanción?

- Este trabajo se presentó en diferentes oportunidades. Si uno ve la consigna del pañuelo, “educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”, vemos que hay muchos conceptos que tienen que ver con la autonomía, igualdad y libertad. Es decir con derechos humanos fundamentales. Esto está dentro del campo del derecho civil que siempre fue patrimonial y con un modelo de familia muy autoritaria. Pero las mujeres evolucionamos y no somos las mismas que en 1921, que es cuando se penaliza el aborto y se legaliza con causa de justificación.

- ¿Cuál eran las respuestas que recibían cada vez que lo presentaban?

- Eran todas muy oscuras, pero también creo que para modificar una ley se dan mil contingencias diferentes. Antes no estaban dadas las condiciones de ningún tipo. Incluso creo que mucha gente que hoy vota a favor antes hubiese votado en contra.

-¿Y por qué cree que ahora se está tratando?

- Acá se dieron muchos factores. Se logró una efervescencia y salió porque la gente estuvo en las calles. Acá hubo maduración política, ya que vimos a mujeres que sintieron más allá de sus convicciones políticas que esto era justo. Hemos trabajado mucho jurídicamente y doctrinariamente para demostrar que está dentro de la Constitución. El mérito de la Campaña se transformó en un mensaje de la democracia. Y ahora nos encontramos en esto que es maravilloso porque despierta otros valores como el valor ético, valor que no está presente en el discurso de los antiderechos.

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-¿A qué se refiere con eso?

- Es poco científico hablar de dos vidas. Una cosa es decir que hay vida desde la concepción desde el punto de vista jurídico. El Código Civil actual dice que si no nace con vida es como que no hubiese existido. Y por eso el derecho en nuestro país no lo reconoce. Pero hay tal confusión y falsedad en esta historia de las dos vidas que en realidad es un desprecio constante hacia la vida y es todo muy siniestro. Permitir que un embarazo se desarrolle en el cuerpo de una nena de 11 años o en una adulta a la fuerza es tomar a la mujer como incubadora.

-¿El proyecto que se va a votar en el Senado difiere del que presentaron desde la Campaña?

- Las modificaciones son muy pocas. Desde la Campaña siempre promovimos el tema de la salud y la educación. Decimos que es legal la interrupción dentro de las 14 semanas. Pusimos fuera del ámbito de lo penal el aborto después de las 14 semanas y decíamos que era legal por problemas de salud o violación o malformaciones graves. Esto quedó, pero se modificó y se impuso una pena menor y excarcelable si se hace después de la semana 14.

-¿Se agregó algo más?

-Si, se agregó algo que no queríamos que es la objeción de conciencia, ya que es una trampa y una norma que se puede burlar fácilmente porque se van a ir negando individualmente.

-¿Qué se pone en juego en la sociedad con la legalización del aborto?

- Es muy complejo el tema. Estamos tan sumidos en el patriarcado que sacarnos de este rol que nos han insuflado y garantizado, como el de ser madres, es muy difícil. En esta sociedad no es lo mismo para los hombres que para las mujeres sacrificar un proyecto de vida en pos de un otro. Con esto que digo no sostengo que ese otro sea una cosa. Pero lo que no voy a aceptar es que se me imponga que por un otro tenga que cambiar mi proyecto de vida. Eso es el cercenamiento de la libertad y de la autonomía.

-¿Piensa que los argumentos que se exponen de un lado y del otro son irreconciliables?

- Hay un núcleo muy duro. Y un sector muy grande que habla con números y no tiene argumentos. Dicen que si se legaliza, los abortos no van a disminuir y que hasta incluso bajarían la natalidad. Eso es absurdo porque la natalidad baja, por ejemplo, por la postergación de las mujeres para ser madres. Me parece realmente una negación de la falta de ética y de la moral forzar a niñas a llevar adelante los embarazos, no hacer prevención ni educación.

-¿Cuáles son sus expectativas para el 8 de agosto cuando se vote en el Senado?

- Mis expectativas son muy fuertes. Espero que los senadores dejen de lado sus creencias y voten de acuerdo a lo que indican las ciencias jurídicas y de la salud. O sea, que sea ley la media sanción de diputados y por eso el 8 voy a festejar y también voy a celebrar mis 89 años.

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