Los números que dejó la cumbre mundial de líderes

Según se informó desde la organización del evento, el movimiento de las 14 mil personas que llegaron al país habrá implicado un ingreso de unos seis millones y medio de dólares (US$ 6.500.000), aunque los datos finales se informarán una vez terminada la Cumbre.

Los datos surgen de un estimativo del gasto en hoteles y algunos viáticos realizado por la Secretaría de Turismo de la Nación, que indica un gasto promedio de 277 dólares en una noche de hotel y consumos varios.

Por otra parte, las más de 60 reuniones preparatorias o cumbres de grupos de afinidad que hubo durante el año en el país tuvieron lugar en distintas ciudades, tales como Bariloche, Córdoba, Mar del Plata, Mendoza, Puerto Iguazú, Rosario, Salta y Ushuaia, entre otras 11 localidades.

El objetivo de esos encuentros fue generar impacto económico local a partir del movimiento de las delegaciones, que costean sus pasajes y sus estadías.

Por otra parte, la cobertura de medios estuvo a cargo de unos 2.500 periodistas de 46 países que asistieron durante la cumbre al Centro Internacional de Medios (IMC, por sus siglas en inglés), ubicado en Parque Norte, donde se producía el material noticioso que se envió a todo el mundo.

Las delegaciones de periodistas más numerosas fueron las de Argentina (742), Estados Unidos (503), China (194), Rusia (175), Reino Unido (113), Corea del Sur (99) y Alemania (78), aunque también hubo acreditados de Venezuela, Finlandia, Irak y Sudáfrica, entre otros países.

Para montar el evento se contrató a unos 200 proveedores -en su mayoría pequeñas y medianas empresas- de 12 rubros que participaron de las reuniones previas y en la propia Cumbre, en las que trabajaron más de 3.000 personas.

La presidencia argentina también incorporó a más de una docena de organizaciones de impacto social, como proveedores en distintas instancias de la cadena de la producción de los eventos, encargadas de confeccionar las chalinas de alpaca que recibieron los líderes, las bolsas para los delegados, los cestos de jengibre que decoraron el Venue de la Cumbre, y hasta pelotas de fútbol para actividades recreativas.

Por ejemplo, algunos de los representantes de los presidentes recibieron un chal de alpaca realizado por Animaná, una empresa social que trabaja con mujeres tejedoras de Catamarca.

También la Rañatela, un taller protegido que emplea a 50 personas con discapacidad en Mendoza, desarrolló 3.800 ecobolsas para la Cumbre.

De los chocolates para agasajar a los referentes de finanzas y de los bancos centrales se encargó ‘Albricias’, un emprendimiento solidario que mantiene al Hogar San José, donde son contenidos con alimentos y educación unos 250 niños y jóvenes pobres del partido bonaerense de José C. Paz.

En términos de gastronomía, en cada una de las reuniones previas se priorizó mostrar la gastronomía regional, mientras que en la cumbre se apuntó a una propuesta que incluyera desde choripán criollo y ojo de bife con papines, hasta cordero patagónico braseado con habas, damasco y tomate, y lomo con alcauciles y morrillos sobre crema ahumada.

También se presentó una selección de vinos de diferentes zonas de la Argentina (del norte, Cafayate; de Patagonia y de varias bodegas de Mendoza) y se les obsequió un pote de dulce de leche a delegados y periodistas acreditados.

El G20 es el principal foro para la cooperación económica, financiera y política internacional en el que participan los máximos líderes mundiales y reúne a las 20 principales economías del mundo, tanto desarrolladas como emergentes.

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