A fectado por los alcances del escándalo por el Correo Argentino, el presidente Mauricio Macri decidió hacer pública su posición sobre la controversia: aunque señaló que hubo una correcta labor técnica y malas interpretaciones debido a que ya arrancó “la campaña electoral”, también hubo lugar para un mea culpa por el evidente conflicto de interés que denotaba el acuerdo con una empresa de su padre: anticipó que el estado retornará a “fojas cero” el proceso, que aguardará una propuesta de expertos sobre el tema, que será auditada por la Auditoría General de la Nación, y que pidió la creación de un mecanismo para arbitrar conflictos similares.
El llamado a conferencia de prensa también fue obligado por la polémica por el mal cálculo para definir la suba de jubilaciones y planes sociales, la primera del año según la ley de Movilidad, y fue así que se decidió ayer por la mañana durante la reunión de coordinación en Olivos. Por la tarde, el jefe de estado anunció la anulación del índice utilizado para la actualización de los beneficios.
Lo cierto es que la aparición pública del primer mandatario estuvo calculada: abandonó la Residencia Presidencial -donde trabaja en la semana por las obras que se llevan a cabo sobre su despacho por el proyecto Casa Rosada Siglo XXI- y regresó a Balcarce 50 para dialogar con la prensa. La elección del escenario tampoco fue ingenua: no utilizó la Sala de Conferencias y sí en cambio el Salón Blanco -el de los grandes actos- que se llenó con la primera plana del Gabinete, funcionarios de menor rango y jóvenes de distintas secretarías.
Tras la última respuesta, llamaron la atención los aplausos a Macri ya que no se trataba de un acto sino de una rueda de prensa.
De un lado de la platea se ubicaron los periodistas acreditados y del otro, los funcionarios. En la primera fila de este último sector se ubicaron la vicepresidenta Gabriela Michetti, Marcos Peña, el jefe de asesores, José Torello, el secretario de Comunicación Pública, Jorge Grecco. Atrás, además de jóvenes trabajadores y militantes, se ubicaron integrantes del equipo de Comunicación, como Hernán Iglesias Illa -que más tarde se sentó en una platea- y la Directora de Discurso, Julieta Herrero.
“El mayor impacto fue por el Correo. Por eso se decidió salir a dar más explicaciones sobre el caso. Sabemos que aún muchos no lo entienden; para no nosotros no había conflicto de intereses. Pero la idea era tratar de clarificar el tema”, contó a este diario más tarde un funcionario. Lo cierto es que las declaraciones del primer mandatario sirvieron al gobierno para enfriar la polémica por las últimas medidas.
Al referirse al entendimiento con la antigua concesión de su padre, Macri dijo que “empecemos de cero. Queremos un acuerdo integral de todo este problema de 14 años sin solución, con la mayor transparencia posible” y para ello dijo que instruyó al ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad, a que tome los recaudos necesarios para que intervenga una nueva instancia judicial, la AGN y la Oficina Anticorrupción (OA).
En este sentido, el presidente indicó que para resolver el diferendo con la empresa, el ministro “actuó conforme a la ley’ y que ‘técnicamente lo ha hecho bien, como lo han dicho los expertos que hemos consultado’, aunque asumió que no se previó ‘un mecanismo de difusión y discusión de los que se estaba haciendo’.
‘Por eso yo lo he instruido al doctor Aguad a que volvamos a foja cero porque lo bueno es que no hay ningún hecho consolidado, acá no sucedió nada todavía, no se condonó, no se pagó, no se cobró’, apuntó. Y confirmó que el gobierno le solicitará a la Cámara de Apelaciones en lo Comercial que disponga una propuesta de expertos locales e internacionales en la materia ‘para terminar con este tema, porque hay que resolverlo’.
Al referirse a los errores, el Presidente apuntó que “hay que entender que el cambio genera estas situaciones”.
Sin embargo, advirtió que ‘alrededor del ‘tema correo’ se hablaron y se dijeron muchas cosas, muchas que no son verdad, con mala intención, pero bueno ya estamos en año electoral’ al tiempo que remarcó que no estaba al tanto de la negociación por la evidente incompatibilidad. ‘Estaré lo más lejos posible de cualquier decisión que involucren’ cuestiones relacionadas con su padre Franco Macri y que por ese motivo solicitó la intervención de la AGN.
También le pedirá a la OA y a un equipo de trabajo que ‘fije un sistema por si hay futuros conflictos similares a este para que quede claro cómo se va a resolver’. Autocrítico, enfatizó que ‘no pensamos un mecanismo para controversias judiciales como este que existe con el estado donde el concesionario del Correo era mi padre’. La medida también apuntaría proteger a algunos funcionarios que hasta hace poco fueron empresarios.
No hizo referencia, en cambio, en que el acuerdo se hizo público por el rechazo de una fiscal ante la Cámara de Apelaciones y que en el seno del Ejecutivo no le advirtieron sobre el evidente conflicto de interés que emanaba del caso.
También resultó interesante cuando fue consultado sobre si habló del tema con su padre y con Elisa Carrió. “Mi padre es un capítulo aparte”, cerró, hermético, y con la líder de la CC concluyeron en que hubo chicanas electorales. “No congenian mi padre y Carrió. Con ella hablé anoche (por la del miércoles), estaba tranquila, quedamos en vernos la semana próxima porque se iba de viaje”, indicó.
Cuando fue consultado sobre la controversia en torno del aumento de las jubilaciones, el Presidente señaló que “la resolución no fue publicada en el Boletín Oficial y ya se anuló”.
Otro momento singular de la conferencia de prensa fue cuando desmintió que a raíz de estos “errores” vayan a producirse cambios de gabinete habida cuenta de la polémica que ayer se conoció por la autoría del mal cálculo entre el titular del Anses, Emilio Basavilbaso y Jorge Triaca (Trabajo).