El expresidente se jugó un pleno tras las generales y le ofreció su apoyo a Javier Milei. Ese gesto fue clave en el triunfo del líder libertario en el balotaje.
Son varios los analistas políticos que sostienen que Mauricio Macri ha desarrollado una habilidad mayor en materia política que la que tenía cuando ejercía la presidencia de la Nación. Lo ha venido demostrando estos años en el llano y potenció esa destreza cuando rápidamente realizó una jugada que sorprendió a propios y extraños y que coronó este domingo ungiendo a Javier Milei en la presidencia de la Nación.
El exmandatario se jugó un pleno cuando a 48 horas de las elecciones generales convocó a Javier Milei a su casa de Acassuso para ofrecerle el respaldo que a la postre llevaría al líder libertario al triunfo. Patricia Bullrich venía de quedar fuera de juego, pero también La Libertad Avanza había sido relegada por más de 6 puntos por Sergio Massa, consiguiendo incluso menos votos que en las PASO, con lo que el oficialismo se encaminaba a una victoria segura.
Milei había quedado lo suficientemente aturdido como para revertir la elección en el balotaje. Si hasta esa semana mucho se especuló con la posibilidad de que el líder libertario se bajara de la segunda vuelta, a partir de operaciones instaladas por el propio oficialismo, pero lo suficientemente efectivas como para haberlo puesto al borde del renunciamiento.
De no haber actuado prestamente Macri, arriesgando la ruptura dentro de su propio partido, el destino de Milei ya hubiera estado sellado. El León se lo agradeció sinceramente en cada intervención pública que tuvo a partir de entonces.
Con el tiempo, el exmandatario se ganó esa confianza con la amistad que cultivó los últimos años con quien nunca dejó de llamarlo “presidente” y reivindicar su gestión. Algún dolor de cabeza interno le generó a Macri haberlo e incluso anticipar que tanto él como Juntos por el Cambio llegarían al balotaje, desplazando de ese lugar al kirchnerismo.
El líder del PRO supo hacer en su momento el renunciamiento a su propia candidatura para esta elección y apostó a Patricia Bullrich en la interna de JxC. Si no pudo ser ella, él nunca ocultó su convicción de que Milei era el indicado entonces.
Su respaldo al líder libertario fue clave para el triunfo, pues garantizó que el voto de JxC pasara casi por completo del blanco al violeta. También hacia el exterior, donde Macri conserva muy buena imagen, para maquillar su imagen a nivel internacional.
Ayer mantuvo dos reuniones con el presidente electo en el Hotel Libertador y fue vivado por los militantes cuando se retiró, al caer la tarde. Un motivo de satisfacción personal para quien a todas luces ha sido el gran ganador de este domingo electoral.
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