Estamos ante un escenario de fragmentación política que parece cerrar un ciclo iniciado 20 años atrás con el kirchnerismo, sostiene Gustavo Marangoni.

Hace 20 años, en el 2003, se alumbró un nuevo fenómeno político que fue el kirchnerismo, que bajo los fragmentos del régimen anterior construyó desde la periferia, en este caso desde la provincia de Santa Cruz, con un gobernador casi desconocido para el conjunto de los argentinos, una nueva forma de hacer política.

Una forma que después continuó Cristina Fernández de Kirchner, que convivió con el macrismo en sus 4 años de gobierno, para volver luego bajo el formato del Frente de Todos.

En este presente, el escenario parece volver a la fragmentación de 20 años atrás. En aquella elección de 2003 había muchos candidatos y no estaba claro para donde iba a disparar la cosa.

No pasó eso en el 2007, ni en 2011, donde se sabía casi con seguridad que iba a ganar Cristina. Ni en el 2015, donde se sabía que la lucha era entre Scioli o Macri. Tampoco en 2019, donde era Macri, con pocas posibilidades, o el Frente de Todos.

Pero ahora, estando todavía a unos meses de los cierres de lista, dentro de cada coalición hay muchos precandidatos. Con los principales referentes, Cristina y Macri, con dudas sobre si participan o no.

Cristina planteó el tema de la fragmentación política

Creo que no en vano Cristina en el último mensaje que dio en la universidad de Rio Negro, cuando recibió el doctorado honoris causa, planteó, además de los temas de siempre, una novedad que era justamente el tema de la fragmentación política. En estos años Cristina ha hablado desde fuera del gobierno, casi como una espectadora del gobierno.

Pero ese viernes habló desde dentro del sistema político. Y lo hizo porque conoce profundamente lo que la fragmentación le puede dar en términos de ventaja a los que están afuera. Porque ese es un lugar que 20 años atrás ocupó su entonces esposo Néstor Kirchner.

Y esa fragmentación política que estuvo presente en su mensaje, es de alguna manera una imagen de la fragmentación social de la argentina. De las diferencia que hay entre ser un trabajador registrado del sector privado, de ser un trabajador registrado del sector público, un monotributista, un autónomo, un trabajador no registrado, alguien que vive de la asistencias del estado o un desocupado. Esto muestra que está fragmentada la política arriba porque está fragmentada social y económicamente la sociedad abajo. Y todo esto en un contexto de inflación.

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La fragmentación de Juntos por el Cambio

Y eso también interpela a Juntos por el Cambio, que tiene en sus internas también una fragmentación. En primer lugar, con una discusión de base: aquellos (Macri y Bullrich) que plantean que lo que viene tiene que ser un refuerzo del "para qué". Para ir en la misma dirección que se fue cuando se gobernó, pero más rápido.

Y otra expresión, la que tiene a Rodríguez Larreta como el protagonista más saliente, que privilegia el "cómo". Según esta última postura, hay que discutir más el "cómo" que el "para qué", porque si se tiene claro a dónde se quiere ir pero no se tiene claro cómo hacerlo, se pueden encontrar los mismos problemas que llevaron al fracaso del 2015/19.

Daniel Scioli, Macri y Massa.jpg

El desafió de enfrentar a Javier Milei

Creo que el escenario desafiante para el sistema político se da por muchos motivos, pero fundamentalmente por la emergencia de Javier Milei. Milei es una tercera variable, que a diferencia del papel que representaba Massa en el 2015, que era un desprendimiento del peronismo, no es un desprendimiento de ninguna de las coaliciones prexistentes, más allá de que se puede inferir que puede tomar más votantes de JxC.

Es alguien que toma de distintos sectores, pero sobre todo de los desencantados. Toma de los sectores más jóvenes de la sociedad con lo que eso significa: pensemos que el 45 % del padrón tiene menos de 35 años. Para esas personas menores de 35 años el establishment político, lo que Milei llama "la casta", es el kirchnerismo y el macrismo.

No es casual que Milei tenga una especial llegada en ese sector. Las adhesiones que despierta no son solamente un corte ideológico. Probablemente haya muchos que no vean en Milei a la persona que encarna las ideas que les gustan. Lo ven como una suerte de rebenque para castigar a los políticos que no actuaron con la eficacia correspondiente o debida.

La "peruanización" de la política argentina

Este escenario habrá que ver como decanta y si no da lugar a otra cosa que podría ser la "peruanización" de la política argentina. Es decir, la posibilidad de que esta fragmentación, aunque después de la PASO haya una primera vuelta o una segunda, no lleve, como sucede en Perú, a consolidar un liderazgo en el ganador, sino como una suerte de negociación permanente ente las partes en donde ninguna tiene la capacidad para imponer lo que quiere sino más bien para evitar que otro haga lo que quiere hacer.

Y en el caso argentino esto se traduce en un fenómeno que estamos viendo que es el de estancamiento con inflación. Que ocurre porque cuando se quiere proponer desde algún gobierno las políticas para corregir los problemas económicos, aparece inmediatamente la capacidad de bloqueo.

Habrá que ver cómo juega todo esto, en un contexto de alta inflación y camino a una recesión en virtud entre otras cosas del impacto de una sequía formidable que va a tener un peso negativo muy grande no solo por los dólares que dejarán de entrar sino en el conjunto de la actividad económica.

Gustavo Marangoni es consultor político

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