En medio del avance de la media sanción del proyecto de ley que incrementa los recursos en las casas de estudio, docentes y no docentes realizarán un paro y una jornada de visibilización para reclamar recomposición salarial, apertura de paritarias y otras mejoras.
Los sindicatos docentes y no docentes comenzaron un paro universitario en reclamo de aumento salarial e incremento de las partidas presupuestarias, en medio del avance de la media sanción del proyecto de ley que incrementa los recursos en las casas de estudio.
La jornada de lucha es incentivada por el Frente Sindical de las Universidades Nacionales, que incluye a los gremios docentes de la Federación de Docentes de las Universidades (Fedun), los de la Federación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu) y los de la Conadu Histórica, así como a los no docentes nucleados en la Federación Argentina del Trabajador de Universidades Nacionales (Fatun).
Con la consigna “basta de salarios debajo de la línea de pobreza”, desde este lunes, en gran parte de las universidades nacionales (UUNN) del país se aplazará el inicio del segundo cuatrimestre.
“Con docentes y nodocentes bajo la línea de la pobreza, no hay universidad posible”, señala una de las principales consignas impulsadas por la Federación Nacional de Docentes Universitarixs (CONADU), que definió la medida hace poco más de una semana, en un plenario con la participación de 25 organizaciones gremiales de todo el país.
En algunas instituciones públicas, el paro universitario se extenderá durante toda la semana, según el cronograma definido por Conadu. Pero en algún punto, el cese de actividades dependerá de la conflictividad al interior de cada unidad académica, y el grado de adhesión que alcance la huelga general.
En tanto, el martes los trabajadores de la UBA organizarán actividades de visibilización de la problemática en facultades, institutos y hospitales universitarios y las acciones incluirán clases públicas, radios abiertas y charlas informativas.
El secretario general de ADUBA, Emiliano Cagnacci, afirmó que "el Gobierno no escucha y continúa asfixiando a los trabajadores universitarios, cuyos salarios están mayoritariamente bajo la línea de pobreza".
La medida de fuerza también impacta en los colegios preuniversitarios, como el Colegio Nacional Buenos Aires o la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini. También abarca a las instituciones platenses, como Escuela Anexa, el Colegio Nacional, el Liceo Víctor Mercante y el Bachillerato de Bellas Artes, donde no se dictarán clases durante los días de huelga. Mientras que en la Universidad Nacional de La Plata el cese de tareas se extenderá durante toda la semana.
La tensión se agravó tras la decisión unilateral del Poder Ejecutivo de establecer incrementos salariales para el sector docente universitario de apenas 1,3% para junio, 1,3% para julio, 1,3% para agosto, 1,2% para septiembre, 1,1% para octubre y 1,1% para noviembre. Estos aumentos se abonarán en su mayoría en forma diferida, acumulándose los montos de junio, julio y agosto para ser percibidos recién junto con el salario de agosto.
Desde la mirada sindical, son incrementos que son muy inferiores a la inflación y lejos está recomponer la pérdida salarial de 2024.
La expectativa sindical está puesta principalmente en que buena parte de los reclamos se destraben cuando el Senado apruebe la Ley de Financiamiento Universitario, ya que permitiría reforzar los fondos para salarios, infraestructura y programas de investigación, ajustados a la variación de inflación desde la asunción del mandato de La Libertad Avanza.
Para que aquella mejora se implemente, la Cámara alta deberá aprobar el texto y luego, ante el previsible veto del presidente Milei, los legisladores de la oposición tendrán que conseguir una mayoría agravada de dos tercios en ambos cuerpos del Congreso, si lo que se busca es ratificar la ley.