“Mi vida es una gran valija repleta de ropa que voy cambiando permanentemente de acuerdo al clima de cada pueblo o ciudad que visito”, dispara Maia Sasovsky, la voz femenina del Festival de Cosquín y que ahora acaba de debutar como conductora de televisión, en Allá Vamos, por la señal de cable CN23, que se emite los sábados a las 15, con repetición los domingos a las 16. “La idea del programa es mostrar todas las fiestas populares que se realizan en el país, con la presencia de invitados”, comenta esta chaqueña de Las Breñas.
A nueve años de su debut en televisión, en Viva el Verano, un ciclo que para Canal 7 condujeron Leo Montero y Federica Pais, en 2003, señala que “posteriormente estuve cuatro años como panelista y notera en Estudio País, junto a Juan Alberto Badía. Haber trabajado con Badía fue una de las mejores cosas que me sucedió profesionalmente. Cada programa era como un master en medios de comunicación. Casi simultáneamente comencé en el Canal de la Música. Diría que llegué por casualidad a la televisión, porque estudié periodismo en la Facultad de Santiago del Estero, porque lo que me gustaba era escribir. Sin embargo nunca trabajé en un medio gráfico”. Una voz femenina en Cosquín A propósito de su labor en Cosquín, asegura “estar muy orgullosa de que haya sido seleccionada para ser la primera mujer en conducir este festival, que luego fue mi trampolín para animar otros por todo el país. Ya hace cinco años que acompaño a Marcelo Simón y a Fabián Palacios, quienes tomaron la posta tras la muerte de Miguel Angel Gutiérrez. Después de la época de oro de Julio Márbiz, tengo el honor de ser la única voz femenina del encuentro cumbre de la música popular argentina”.
En pareja desde hace nueve años con el representante de artistas Norberto Baccon, entre otros de Soledad y Los Nocheros, cuenta que “con Norberto nos conocimos en el festival del algodón en Chaco y a los 15 días nos fuimos a vivir juntos. Hace tres años nos casamos legalmente. Aún no tenemos hijos. Creo que nuestro matrimonio funciona muy bien porque mi marido entiende perfectamente mi trabajo y casi siempre me acompaña a mis viajes. Pero con otra persona que no fuera del medio, no sé si podría hacer lo que más me gusta”.