Los hechos se desarrollaron entre 2018 y 2022 en una vivienda de Bernal Oeste, donde el hombre vivía con la menor y su madre y pareja. Los abusos se sucedieron con frecuencia.
En los Tribunales de Quilmes condenaron a 16 años de prisión a un sujeto que abusó sexualmente de su hijastra menor de edad durante un largo período en una vivienda de Bernal Oeste, aprovechando el estado de vulnerabilidad de la chiquita cuando quedaban a solas bajo el mismo techo en el que convivían, en tanto que la víctima pudo denunciar los vejámenes y ahora el agresor deberá pagar por los daños causados.
La investigación se extendió por casi tres años y la damnificada y su círculo familiar pasaron por momentos realmente duros entre las pericias, los médicos, la Justicia y demás. Lo cierto es que este caso tuvo su conclusión y fue favorable para la niña que padeció los hechos de violencia sexual por parte de su padrastro, con quien vivía y quien la amenazaba constantemente para que no diera su relato.
Todo comenzó en una vivienda de Bernal Oeste durante el año 2018 y se extendió hasta agosto de 2022. Allí vivía la víctima, una pequeña menor de edad que estaba entrando en la adolescencia y de quien se preservan sus datos por cuestiones de seguridad, con su madre y la pareja de la mujer. Las conductas abusivas se repitieron una y otra vez, convirtiéndose en una práctica frecuente del violador.
Con ayuda de su círculo cercano, finalmente pudo contar la verdad en medio de un acto heroico y la Justicia comenzó a investigar lo sucedido. Imputaron al sujeto, llamado Dionisio Ferreira, de 45 años, y lo llevaron al juicio que culminó en las últimas horas. El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) número 1 dio el veredicto y lo condenaron a la dura pena de 16 años de reclusión en una unidad carcelaria.
Las acusaciones estuvieron al mando de la fiscal María de los Angeles Attarian Mena y se tuvieron en cuenta los informes elaborados por los encargados del área de psicología, los exámenes médicos para determinar los daños corporales causados, el testimonio de la víctima, sus familiares y el agresor. El caso fue caratulado como “Abusos agravados reiterados”.
Es importante resaltar que las víctimas de abuso reciben la atención psicológica necesaria por las secuelas que los propios hechos dejan y la conmoción que provocan. En esta oportunidad, la víctima obtuvo el seguimiento necesario y seguirá recibiendo la contención brindada para poder salir adelante.