Los ataques ocurrieron cuando la pequeña tenía entre 3 y 7 años, y la situación fue descubierta en la escuela. La denuncia se efectuó a principios de 2020 y requirió una prolongada investigación
Un aberrante caso tuvo su resolución final y un sujeto fue condenado a 16 años de prisión por haber abusado sexualmente de su hija durante una larga etapa de su niñez, en una vivienda situada en Berazategui, en tanto que la familia damnificado quebró en llanto al escuchar la pena impuesta por los magistrados, en un signo de alivio por todo el daño que el agresor causó en sus vidas.
Para llegar a este punto precisaron de una larga investigación que fue destapando detalles ocultos por mucho tiempo y que inició en la escuela a la cual asistía la víctima. Esto último deja en evidencia la importancia del trabajo cercano de los educadores y de las tareas pedagógicas que pueden desentramar situaciones que los menores de edad tienen miedo o no pueden expresar con las palabras justas, pero que se pueden observar en sus conductas.
Todo comenzó cuando la pequeña tenía 3 años y se extendió hasta después de cumplir los 7. Allí fue que maestros de la primaria descubrieron que era víctima de abusos sexuales por parte de su padre. Informaron lo ocurrido a la familia, hicieron la denuncia a principio de 2020 e inició un largo proceso que tuvo su final en los últimos días, con el veredicto condenatorio, pero que terminó de cerrarse en la jornada del martes, al conocerse el monto de la pena.
En el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) número 1 del Departamento Judicial de Quilmes, los magistrados Cecilia Maffei, Edgardo Salatino y Julia Márquez decidieron que el padre de la damnificada, cumpla 16 años de reclusión en una unidad penitenciaria. Para llegar a dicha conclusión se recabaron múltiples pruebas, testimonios familiares, pericias psicológicas, entre otro tipo de informes, como por ejemplo el elaborado por los maestros escolares que descubrieron los vejámenes.
Los terribles episodios se dieron en una vivienda de Berazategui, distrito del cual son todos oriundos. El caso fue caratulado como “Abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo” y hubo una mezcla de emociones muy grande en las inmediaciones del edificio situado en Yrigoyen 475, donde se encuentra el Polo Judicial, ya que la madre de la niña estuvo presente en toda la cita.
Al conocer la pena, quebraron en llanto ya que pueden gozar de Justicia después de tanto sufrimiento que el perverso sujeto le hizo pasar a su hija y a su círculo cercano.