Con una misa presidida por monseñor Arancedo, la comunidad del Pequeño Cottolengo Argentino celebró la llegada de la reliquia del santo.
Junto a toda la comunidad y jóvenes orionitas, el Pequeño Cottolengo de Claypole festejó el 25° aniversario de la llegada de la reliquia del corazón de San Luis Orione a la Argentina.
Monseñor José María Arancedo, arzobispo emérito de Santa Fe de la Vera Cruz, presidió la celebración eucarística, junto a monseñor Ricardo Faifer, obispo emérito de Goya; el presbítero Héctor Pazos, rector del Santuario San Luis Orione, y religiosos de las comunidades de Claypole.
Durante la jornada, participaron voluntarios encargados del cuidado de la reliquia, el coro y miembros de la comunidad que se acercaron a compartir este día de memoria y gratitud en torno a la figura de San Luis Orione.
"En Argentina he hallado para siempre mi segunda patria, y Dios mediante, volveré a ella vivo o muerto, pues quiero que mis cenizas descansen en el Pequeño Cottolengo Argentino de Claypole. Preveo que partiré de aquí hacia fines de julio, pero dejo mi corazón en la Argentina, donde espero volver pronto", había dicho Don Orione antes de su partida del país a Italia en 1937.
Su deseo se cumplió el 29 de agosto del año 2000 con la llegada definitiva de su corazón al Cottolengo de Claypole, lugar donde plasmó su sueño de ver un mundo con lugar para todos.
Dos días antes, en el Santuario de Nuestra Señora de la Guardia de Tortona, Italia, 400 jóvenes de todas las comunidades orionitas de Argentina y Paraguay recibieron el Relicario con el Corazón de Don Orione de manos de jóvenes italianos.
Allí se preparó un ámbito especial dentro de la capilla, donde se encuentra el relicario con su corazón incorrupto. Desde entonces se transformó en centro de oración y peregrinación donde miles de fieles van todos los días del año a depositar sus esperanzas, sus pedidos, agradecimientos, o simplemente a visitar y sentir la presencia del santo fundador de la Pequeña Obra de la Divina Providencia.
"En este aniversario tan especial de la llegada definitiva del Corazón de San Luis Orione a la Argentina, el espíritu del Fundador vuelve a mover nuestros corazones, para hacer memoria de aquel acontecimiento y, a la vez, comprometernos en dar respuestas evangélicas, porque el mundo las necesita y, sin dudas, habrá muchos que lo mirarán a él y nos mirarán a nosotros", expresó el rector del Santuario.
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