Un relevamiento privado reflejó un alarmante indicador, sólo con datos de Capital Federal y Gran Buenos Aires. Si se amplía al país, el alerta es mayor.
La violencia en el fútbol argentino ha producido 3600 heridos en lo que va de 2025, un 30 por ciento más que en el 2024, reveló un informe dado a conocer ayer por la ONG Defendamos Buenos Aires.
Se trata del Reporte sobre Delitos, Inseguridad y Violencia, que abarca a la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia de Buenos Aires y fue desarrollado a partir de los datos brindados por la Asociación del Fútbol Argentino (A.F.A.), la justicia Nacional de Instrucción de Capital Federal y la información de los tribunales de Lomas de Zamora, Quilmes, San Isidro, Morón, Moreno, La Matanza y San Martín.
Según el informe, en lo que va de 2025 hubo al menos 3.600 heridos en relación a partidos de fútbol, tanto en la previa, durante como al final del cotejo en el distrito AMBA, lo que marcan un aumento del 30%, con relación a episodios violentos registrados en 2024 (2.408).
El partido disputado entre Independiente y Universidad de Chile, en octavos de final de la Copa Sudamericana, fue suspendido a los 2 minutos del segundo tiempo por el árbitro uruguayo Gustavo Tejera, en medio de la escalada de violencia en las tribunas.
La situación se tornó insostenible llevando a la cancelación definitiva del partido por parte de la Conmebol, que argumentó la "falta de garantías de seguridad por parte del club local y de las autoridades locales de seguridad".
"Más allá de lo ocurrido en Avellaneda, los casos de violencia se han dado también con las barrabravas de River (Borrachos del tablón), Boca (la 12), Racing (Guardia imperial) y Vélez. Siempre y en todos los casos la violencia llega asociada al fútbol y con la violencia, los heridos", dijo el abogado Javier Miglino, director de la ONG.
El especialista recordó que hace cuatro meses en Santiago de Chile hubo dos jóvenes muertos en las afueras del estadio Monumental David Arellano de Santiago antes del partido de Copa Libertadores entre el Colo Colo chileno y el Fortaleza brasileño.
"La final de la Copa América que Argentina le ganó a Colombia por 1-0 el 15 de julio de 2024 en el Hard Rock Stadium, suburbio de Miami Gardens, no fue la fiesta ideal esperada. Y pudo haber tenido consecuencias más graves, casi trágicas", agregó Miglino.
Según relató, el ingreso masivo de colombianos sin entrada desató una avalancha que desbordó a los miembros del equipo de seguridad del estadio y del destacamento policial.
En 2018, la última final de la Copa Libertadores con el formato de ida y vuelta enfrentó a los archirrivales River Plate y Boca Juniors. Tras el partido de ida jugado el 11 de noviembre en La Bombonera con un resultado de 2-2, la fiesta terminó mal en la vuelta, día 24 en el Monumental.
En esa oportunidad, el autobús que transportaba a la delegación de Boca Juniors al estadio fue atacado con piedras y la superfinal que ganó River, debió jugarse en el estadio del Real Madrid en España.
Poco después, en Bolivia, se produjo la muerte de un joven durante un partido de Copa Libertadores y los destrozos causados al Centenario de Montevideo en otro dispararon las alertas también. "Siempre la violencia acompaña al fútbol y parece que la única manera de alejarla aún no ha llegado", concluyó Miglino.