Alumnos toman clases con olor a ratas muertas en la Escuela 19 de Quilmes
Los niños aseguran que las pestilencias vienen desde abajo de los pisos de madera, donde están los nidos. Un grupo de padres reclamó más compromiso a los directivos de la institución para resolver ese y otros problemas.
Los alumnos de la Escuela Primaria N° 19 de Quilmes deben tomar clases con olor a rata muerta en las aulas, motivo por el cual un grupo de padres reclama a las autoridades que se tomen medidas urgentes para desratizar el edificio, que sufre, además, severos problemas de infraestructura.
Según explicaron a este medio, debajo de los antiguos pisos de madera que tienen los salones hay nidos de roedores, una situación que padece el establecimiento desde hace años. En los últimos meses, los niños comenzaron a sentir pestilencias emanadas desde los agujeros que hay en las maderas y -debido al problema de plagas- la comunidad educativa supone que provienen de ratas muertas bajo los pisos.
En diálogo con El Quilmeño, la madre de un niño de 6º grado contó que su hijo y sus compañeros fueron trasladados a "una pequeña sala de computación", porque "no podían aguantar el olor, pese a que tiraban desodorante de ambiente".
" Clausuraron todos los salones del primer piso. En el curso de mi hijo son más de 30 chicos que ahora están todos amontonados en una sala de la planta baja", describió Karina Torres, quien -luego- señaló: "El año pasado a mi hijo se le cruzaron las ratas entre las piernas y a una nena se le metió una en la mochila. Otro alumno de tercer grado agarró una rata del tacho de basura que el portero había matado".
Asimismo, la mujer arremetió contra los directivos de la institución, por la "falta de compromiso" ante los reclamos de los padres. "La directora no nos da respuesta. Fuimos a hablar varias veces y siempre nos da las misma versión, pero la soluciones nunca llegan", añadió Torres.
Las ratas y el olor no son los únicos problemas que tiene la antigua Primaria N°19 de Quilmes. "Cuando llueve sale el agua desde las lámparas y no pueden prender la luz. Las clases se dictan a oscuras. Además, hay varios sectores en los que se acumula basura, como botellas y cartones. Eso también atrae a los roedores", manifestó Karina Torres, quien -finalmente- exigió más responsabilidad a las autoridades frente a los problemas de la escuela.
"Deberían suspender las clases por unos días y ponerse a trabajar, con tareas de desratización y las filtraciones en el sistema eléctrico", sentenció la mujer.