Una fuerte sudestada afectó la ribera quilmeña

Si bien los lugareños están acostumbrados a este tipo de situaciones y a lidiar con las constantes variaciones en el nivel del Río de la Plata, no deja de ser un dolor de cabeza cada vez que sucede. Para colmo, el fenómeno los visita después de las tormentas que azotaron días atrás, en las cuales muchos sufrieron considerables pérdidas materiales por la lluvia y el viento que provocó desastres.

Según indicó el Servicio de Hidrografía Naval (SHN), estaba pronosticado su inicio durante la noche del martes. Sin embargo, su punto máximo fue alcanzado entre las 4 y las 7 de la mañana de este miércoles, con un pico de 3,10 metros de altura. El agua salió de su cauce y colmó las calles del barrio, llegando hasta algunas viviendas de los ciudadanos y dejando anegado el paso a todos los vehículos.

Además, los vecinos empezaron a publicar detalles de lo que iban viviendo a través de las redes sociales. Quienes viven en la ribera se comunicaron entre ellos y mostraron fotos del líquido que empezó a salir de las cañerías. Según explicaron, esto suele suceder en las sudestadas y pasa cuando el río se filtra en los caños, motivo por el que pidieron no tomar ni consumir en comestibles el agua corriente.

El paso estuvo cortado hasta la intersección de la avenida Otamendi y Yoldi y los lugareños temían una posible evacuación de sus domicilios por el avance del río. Es por ello que empezaron a resguardar sus pertenencias, muchos decidieron sacarlas de sus viviendas y esperaron por el aviso de las autoridades municipales. Por suerte, el mismo nunca llegó y el agua comenzó a bajar sola.

Si bien el panorama ya está controlado, el paso en algunas calles sigue anegado y los operarios de limpieza deberán desinfectar toda la zona, como se hace en este tipo de casos. Quienes precisaban viajar en transporte público no lo pudieron hacer y los recorridos tuvieron que ser recortados de manera obligada.