Conmueve a Berazategui la muerte de una niña de 12 años que fue virtualmente degollada mientras jugaba con amigos en la plaza Santo Tomás y recibió en el cuello un golpe fatal
Una hamaca destinada a personas discapacitadas en una plaza de Berazategui resultó una trampa mortal para una nena de 12 años, que murió degollada cuando se encontraba colgada en la parte trasera del juego junto a cinco amigos y perdió el control, cayó al suelo de espaldas y -cuando quiso reincorporarse- la hamaca la golpeó fuertemente y le provocó una grave herida que la llevó a una muerte “casi instantánea”.
Según los testigos del hecho, la joven -identificada como Magalí Núñez- había salido de su casa a la tarde y se había reunido con sus amigos en la plaza Santo Tomás, ubicada en las calles 107 y 26 A.
En ese momento, decidieron subirse a una hamaca para niños con silla de ruedas y Magalí se colocó en la parte trasera, agarrada de una gran estructura metálica que funciona como respaldo.
Cuando el juego alcanzó una velocidad considerable, el impulso hacia delante hizo que perdiera el control y que cayera de espaldas a la tierra. Al regresar, el pesado artefacto impactó sobre el cuello de la nena cuando ésta intentaba reincorporarse, ocasionándole un corte profundo en todo cuello que le ocasionó la muerte minutos después de sufrir el accidente.
“Se le veía el hueso, la muerte fue casi instantánea, lo único que hizo fue llorar un poco y ahí quedó, mi hijo la intentó asistir pero no pudo hacer nada. Estoy partida al medio, ella era mi bebé, era como mi hija”, relató su abuela, Stella Maris González.
Trampa mortal
El municipio de Berazategui incluye entre sus políticas sociales la construcción de plazas con juegos inclusivos para personas con capacidades diferentes; y entre ellas se encuentra Santo Tomás, un espacio público que fue inaugurado hace tan sólo dos meses y que ahora se encuentra marcado por una tragedia que estremeció al barrio.
Detrás de esa política ampliamente positiva se esconde un “peligro mortal”, creado por los materiales con los que están compuestos esos juegos, con metales y maderas “duros, pesados y filosos”, según se quejaron en el vecindario.
Aurora, una vecina que vive frente a la plaza y que asistió a la pequeña Magalí, indicó: “Que saquen los juegos o que pongan control porque los chicos no ven el riesgo, no lo miden. Esto fue una fatalidad que se podría haber evitado si la hamaca fuera de plástico”.
En ese sentido, la vecina, testigo del hecho, agregó que “la ambulancia tardó solamente 20 minutos pero no pudo hacer nada”.
“Quedó tirada abajo de la hamaca con el cuellito cortado y los que estaban con ella salieron disparando. Yo me quedé al lado de ella, le temblaban las piernas pobrecita. Para mí murió en ese momento porque se le pusieron los ojos duros”, añadió.
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