A raíz de los golpes, los ladrones debieron ser atendidos en el hospital Isidoro Iriarte de Quilmes, donde llegaron custodiados por personal de la Comisaría 3ra. Una vez que recibieron el alta médica, ambos quedaron detenidos en esa dependencia ya que se comprobó que fueron autores de otros robos automotores.
Según informaron los voceros policiales, dos hombres de más de 50 años intentaron robar un Peugeot 206 en la intersección de Tucumán y Lisandro de la Torre, pero el dueño del auto comenzó a gritar, los vecinos salieron de sus casas y los malvivientes escaparon a la carrera.
En la huida, los asaltantes tomaron caminos distintos. Uno de ellos, en Rodolfo López y General Acha, interceptó a un joven en un Peugeot 205 y logró que le entregue las llaves. Sin embargo, no logró hacerlo arrancar y decidió nuevamente fugarse a pie, al ver que los propietarios salían de sus viviendas y comenzaban a rodearlo.
En ese momento comenzó a correr y hasta efectuó varios disparos al aire para amedrentar a quienes los seguían. Lejos de atemorizarse, dos vecinos continuaron la persecución y lograron reducirlo a pocos metros del lugar y lo mantuvieron maniatado hasta la llegada de la policía.
En tanto, su cómplice corrió la misma suerte. En el cruce de Intendente Olivieri y Miguel Cané, un grupo de seis vecinos rodeó al hombre y este no tuvo más opción que echarse al piso, donde permaneció vigilado hasta que llegó la policía.
Bronca acumulada
Hasta la llegada de la policía, los delincuentes no zafaron de la golpiza, producto de la bronca acumulada de los vecinos ante la creciente inseguridad.
Tras ser requisados, uno de los delincuentes tenía en su poder el juego de llaves de un vehículo secuestrado en comisaría, que había sido robado el día anterior en la misma zona de Quilmes Oeste.