En pleno mediodía, delincuentes ingresaron a robar a un local de celulares en la peatonal de Quilmes, redujeron violentamente a las empleadas y a una clienta, las tomaron de rehenes y las encerraron en un baño, para luego darse a la fuga con un millonario botín que contemplaba aparatos de electrónica y accesorios.
Otro episodio de violencia dejó un sabor totalmente amargo entre los comerciantes quilmeños, ya que ni a plena luz del día o en las zonas más céntricas pueden escapar de las manos de los malvivientes, que actúan con tranquilidad, empuñando armas y sin levantar sospechas, con un salvajismo que pone en riesgo la vida de las personas.
Lo recientemente mencionado fue lo que le sucedió a estas jóvenes trabajadoras del local situado en Rivadavia entre Lavalle y Moreno, llamado Tune Your Cell, que pertenece a una cadena. Pasó todo muy rápido en horas del mediodía, a eso de las 13, cuando las empleadas estaban atendiendo a una clienta. De un momento a otro, tres malvivientes con el rostro cubierto casi en su totalidad se adentraron en el negocio con las manos en los bolsillos, emulando tener armas de fuego.
Bajo gritos y amenazas, las lograron reducir y a una de ellas, que quiso salir corriendo ni bien los vio, la agarraron entre dos de manera violenta. En consecuencia, las dirigieron hacia la parte trasera, donde está ubicado el depósito y las encerraron en el baño. Fue mediante empujones, para nada amistosos y amagando todo el tiempo con sacar las pistolas. En el transcurso del asalto, quedaron incomunicadas.
Allanado el camino, los delincuentes se sacaron las mochilas y metieron todo lo que se encontraban por delante, desde celulares, aparatos de electrónica, accesorios y dinero en efectivo de la caja, incluidos los móviles de las víctimas. Según confirmaron los dueños, aunque no dieron cifras, el robo fue millonario y será complejo recuperar y reponer lo que perdieron.
Una vez que los hampones salieron de allí, las empleadas llamaron al 911 y la Policía, que se demoró unos minutos en hacerse presente, no encontró a los criminales, que escaparon en dirección a Lavalle y Alsina.
Lo preocupante de todo lo ocurrido, además de que se trató de un violento asalto y que de milagro no dejó víctimas ni heridos, es que lo hicieron en plena luz del día y en el punto más céntrico de Quilmes, a la vista de todos los transeúntes, que no se percataron de lo que pasaba.
Lo cierto es que esto tuvo una inteligencia previa, ya que los comerciantes confesaron que venían cerrando sus locales antes de horario por miedo a que les toque a ellos, ya que a los sujetos que asaltaron la tienda de celulares los tenían vistos.
Todo quedó grabado en las cámaras de seguridad privadas del negocio y las filmaciones fueron entregadas a la Justicia.