Por eso, en DIARIO POPULAR te contamos 12 aspectos que no podés dejar de lado si querés tomar sol.
No te engañes: "El bronceado es la formación de melanina, un pigmento que se deposita arriba de las células de la piel para proteger al ADN de sufrir más daño. Por lo tanto, no es un signo de salud de la piel sino una respuesta al daño celular", explicó la Dra Pierzchalski.
Con o sin nubes es igual. Por más que esté nublado hay que protegerse, ya que según la densidad, puede pasar entre el 50 y 85 por ciento de la radiación ultravioleta.
Boquitas cuidadas: si la piel requiere humectación, mucho más lo necesitan los labios. "Deberían tener una cobertura más grasa, tipo manteca de cacao, manteca de Karité o vaselina, para evitar que la humectación se evapore. Se debe aplicar la cantidad de veces que se necesite de acuerdo a cada persona", precisó la
Dra. Irene Bermejo, miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología.
Cuídate la cabeza: la gorra puede desproteger varias zonas; lo ideal es usar sombrero con ala de por lo menos 7 centímetros.
Horas seguras. Como dijimos, el sol puede ser dañino. Sin embargo, la radiación de UVB es más alta entre las 10 y las 16. No obstante, los UVA (que no se sienten pero son los principales responsables del envejecimiento de la piel) están presentes por igual desde que amanece hasta que oscurece. Así que si vas a exponerte, es preferible que lo hagas después de las 16. "Cuanto más paulatina es la exposición y más alejada de los horarios pico, menos dañino será para la piel", precisó el
Dr. Juan Javier Solé, dermatólogo de Consultorios Externos de la Clínica San Camilo.
Descreé de la resistencia. Muchos productos aseguran que son resistentes al agua. Pero tené en cuenta que esto está calculado para un baño corto, en agua dulce. "Si el bañó es prolongado, o es en agua de mar, la fricción de la sal y la arena remueve una parte importante del protector, por lo que hay que volver a colocárselo al salir y siempre con la piel seca", afirmó la
Dra. Verónica Muchnik, dermatóloga de Natura.
Todo por igual: muchos cometen el error de utilizar un factor de protección alto en la cara y uno más bajo en el cuerpo. Un verdadero error dado que lo único que se va a lograr es cuidar el rostro y desproteger el resto de la piel.
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Protección integral: recordá prestar atención a las orejas, el cuello, la nariz, los empeines de los pies, las manos, que suelen ser las zonas más expuestas y afectadas por el sol.
Comé bien. Los alimentos con carotenos pueden ayudar a mejorar el tono del bronceado. La zanahoria, el zapallo, el tomate y todas las verduras de hoja verde pueden ser los grandes aliados.
Cuidados previos. Ojo antes de exponerte al sol. No te exfolies, ni te coloques cremas de belleza de ningún tipo ni perfumes. Tampoco te expongas con maquillaje y no te depiles horas antes de colocarte bajo los rayos. Algo importante: cuidado con los tratamientos como peelings, luz pulsada o laser y los productos para el acné que suelen ser incompatibles con la exposición al sol. Además, determinados medicamentos que se tomen por vía oral pueden ser sensibilizantes a la luz solar y podrían producir quemaduras.
Extremá los cuidados. Muchos piensan que cuando uno quiere broncearse se debe colocar un factor alto, y luego ir bajando a medida que se va tomando color. Esto es una equivocación muy frecuente, ya que no se protege contra futuras agresiones.
El sol no es un monstruo. "La vida al aire libre y la exposición prudente a los rayos solares son muy saludables. La liberación de determinadas sustancias capaces de influir sobre el ritmo bioenergético del organismo sería un posible mecanismo de acción que explicaría la sensación de calor envolvente, la relajación, la acción energizante y antidepresiva. Pero la exposición excesiva y reiterada acarrea daños irreversibles en la piel, favorece la aparición de cánceres cutáneos y acelera el envejecimiento de la piel", sostuvo la Dra.
Rita García Díaz, especialista en Dermatología de Bagovit. Por eso, no lo olvides: utilizá protección no solamente en verano sino cada vez que te expongas a las radiaciones solares y disfrutá del sol saludablemente.