El Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires instó a la población a quitar cacharros de fondos y jardines ya que las condiciones climáticas actuales aumentan el riesgo de contraer dengue, chikungunya y un nuevo virus llamado "zika".
Según recordó la cartera sanitaria provincial, hay que tirar, tapar o colocar bajo techo los recipientes porque si éstos acumulan agua, crece el mosquito que transmite los tres virus.
El pronóstico de lluvias para los próximos días sumado al aumento de la temperatura propio de la primavera encendió las alertas sanitarias frente al riesgo de dengue, chikungunya y de un nuevo virus llamado "zika", que ya llegó a Brasil y que también es transmitido a las personas por el ya tristemente célebre mosquito Aedes aegypti, doméstico y tan pequeño como peligroso.
Por eso, y habida cuenta que esas enfermedades no se transmiten de persona a persona, el Ministerio de Salud bonaerense insistió ayer con las medidas que previenen el desarrollo del insecto. "El contagio es a través del mosquito, de modo que si lo combatimos evitamos las tres enfermedades", remarcó el ministro Alejandro Collia.
El incremento de las marcas térmicas que se produce a esta altura del año, sumado a los pronósticos de lluvias y tormentas que anuncia el Servicio Meteorológico Nacional para los próximos días en amplios sectores de la Provincia, generan las condiciones ideales para que el mosquito se desarrolle.
Las autoridades sanitarias bonaerenses advirtieron que en Brasil comenzaron a detectarse algunos casos de zika, un virus que antes sólo se localizaba en Asia y Africa.
"En 2014 aparecieron algunos casos en Chile y este año hubo notificaciones en Brasil, de modo que si eliminamos los criaderos de mosquitos no sólo estamos previniendo el dengue que puede ser mortal, sino también la fiebre chikungunya y el incipiente riesgo de zika", precisó el director provincial de Atención Primaria, Luis Crovetto.
Si bien no reviste riesgos severos como el dengue, el virus zika puede provocar fiebre leve, sarpullidos que suelen comenzar en la cara y se extienden al resto del cuerpo, dolores en las articulaciones, en particular en las manos y pies y dolor muscular, de cabeza y conjuntivitis.
En definitiva, la sintomatología es muy similar a la del dengue y la chikungunya y suele comenzar entre 3 y 12 días después de la picadura del mosquito.
Hasta el momento se detectaron casos en Chile (isla de Pascua) y en Brasil en los Estados del nordeste: Mato Grosso, Bahía, Maranhao, Pernambuco, Río Grande do Norte, Paraiba y Ceara, mientras que en el sudeste carioca se notificaron pacientes en Río de Janeiro, San Pablo y Paraná.
Como no hay vacunas y medicamentos que curen ninguno de estos virus, los tratamientos consisten en aliviar el dolor y bajar la fiebre, precisaron los especialistas.
La única manera de frenar el desarrollo del mosquito transmisor depende de lo que cada uno haga en su domicilio. Es que el insecto se desarrolla en ámbitos domésticos, donde tiene cerca su principal fuente de alimentación: la sangre humana.
La hembra del mosquito deposita sus huevos en un recipiente o en cualquier objeto que sirva como tal: una cáscara de huevo, una tapita de gaseosa o el hueco de un neumático, por ejemplo. Cuando llueve y esos recipientes acumulan agua en un clima templado, se generan las condiciones propicias para que esos huevos de mosquito eclosionen y los insectos nazcan.