Cientos de donantes de sangre por Liam y Delfina

Se trata de Delfina Vasallo, de 4 años y Liam Llambí Atrio, de seis, que por estar afectados de enfermedades hematológicas necesitan un trasplante de células progenitoras hematopoyéticas (CPH), conocidas comúnmente como médula ósea.

Es por eso que sus familias hicieron ayer una convocatoria masiva de donantes que alcanzó ayer una importante repercusión.

Cuando tenía solo un año Delfina fue internada con un grave problema de salud y el diagnóstico fue leucemia aguda. Luego de dos años de tratamiento se logró controlar la enfermedad, pero hace tan sólo un mes la niña tuvo una recaída que obligó a iniciar otra vez una quimioterapia, esta vez más fuerte.

Liam Llambi, en tanto, padece una compleja enfermedad que lo deja sin defensas (HLH) ya que hace que su medula ósea, que se encarga de proteger su cuerpo, se sobredimensione y termine destruyéndose a sí misma y a otros órganos.

Su padre explicó que "es una enfermedad que si no se actúa rápido puede ser muy peligrosa; ahora él se encuentra con quimioterapia que es la primera parte del tratamiento que son ocho semanas".

"Recién mañana (por hoy) estaría recibiendo la séptima sesión de quimio y a partir de la octava se espera que la enfermedad baje su actividad. Hoy en día, Liam no puede recibir un trasplante porque su organismo está completamente desfasado; por suerte tiene congelada su enfermedad", explicó Federico Liam.

Según explican los especialistas, para que este tipo de intervención sea posible es necesario encontrar un donante cuyo perfil genético coincida 100% con el del enfermo, por lo cual cuanto más numeroso sea el registro del INCUCAI de donantes, mayor es la posibilidad de encontrar a los adecuados.

Ayer, la coordinadora de la Red de Medicina Transfusional de la Ciudad, Noemí Lena, explicó que "las condiciones -para dejar una muestra de CPH- son las mismas que para donar sangre y no hace falta venir en ayunas y se requiere tomar mucho líquido".

El lugar previsto para recibir las donaciones estuvo ubicado en Dorrego y Zapiola, en Colegiales y durante toda la jornada, casi 100 técnicos trabajaron para realizar unas 250 extracciones por hora.

En la convocatoria se aclaró que para donar médula ósea se inicia el proceso con una donación de sangre. La muestra entra en un banco de mundial y luego si hay un pedido que coincide con esa muestra, se realizan una nueva extracción para determinar la fase final de compatibilidad.

Si por fin hay coincidencia con el niño que debe recibirla, se realiza la donación a través de un procedimiento que se asemeja a una donación de sangre en un caso y por punción de médula ósea desde los huesos de la cadera, en el otro.

La probabilidad de coincidencia es baja, explican los especialistas, por eso es fundamental contar con miles de muestras para aumentar las posibilidades de que sea compatible.