Los cambios climáticos no sólo pueden provocar resfríos y gripes; también pueden afectar la salud del cabello. Respecto a las costumbres propias de la estación más fría del año, las que pueden afectan más directamente la salud del pelo son el uso de secadores de pelo y la utilización de gorras y sombreros. Según el doctor Alejandro Chueco, (MN Nº 78349. Director Médico de Injerto Capilar Argentina, miembro de la Sociedad Internacional de Cirugía de Restauración del Cabello (ISHRS), los cambios en la alimentación ocasionan falta de brillo, sequedad, entre otros.
- Secador de pelo. Lo aconsejable es secar el cabello de manera natural a temperatura ambiente o apenas cálida. Se puede utilizar una toalla para sacar el agua residual. En invierno optamos por agilizar este proceso con el secador para evitar tomar frío al salir de casa, por eso si no tenemos tiempo para secarlo al natural y debemos usar el secador es aconsejable que lo mantengamos a una distancia de 20 centímetros del cuero cabelludo para minimizar los efectos del calor extremo en la zona capilar.
Gorros de invierno. Una recomendación es utilizar gorros que no estén muy ajustados al cuero cabelludo y por períodos cortos. También puede ayudar usar un pañuelo de seda entre el cabello y el sombrero para evitar que se encrespe el pelo.
Alimentación. También puede cambiar durante esta época del año nuestra alimentación, con lo cual es bueno saber cuáles son los alimentos que nos ayudan a cuidar nuestro cabello para suplirlos. Una alimentación basada en vitamina A, B y C, zinc y hierro hace que nuestro cabello crezca saludable. Durante el invierno bajamos notablemente el consumo de alimentos como las frutas y verduras con lo cual es preciso reforzar la ingesta de las vitaminas y proteínas que estos alimentos nos dan y suplantarlo por otros alimentos que nos ayuden a lucir un cabello sano y brilloso.
Además, podemos mejorar el estado del cabello con cuidados especiales en el lavado y cepillado del mismo. Para esto es preciso desterrar primero el mito que dice que cuanta más espuma haga nuestro champú y más masajes capilares realicemos durante la ducha mejor nos hará a nuestro cabello. Esto no es así. Para que el pelo este sano es necesario minimizar cuanto sea posible el contacto con agentes abrasivos. Es por eso que cuando elegimos el champú es bueno recordar que cuanta menos espuma haga, mejor es. Además hay que seleccionar el indicado según cada caso. Cada cabello tiene sus particularidades y hay que tenerlas en cuenta a la hora de elegir los productos capilares que se utilizarán. Existen champús para pelo graso, seco, teñido, con rulos, lacio o dañado por el calor, entre otros.
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