Empezó a tocar a los 3 años, inspirado por su primo Joaquín, y desde entonces, Luciano no ha parado de sorprender.
Cuando Luciano Núñez, apodado “Lucho” se sienta frente a su batería, la magia sucede. Con tan solo 6 años, este pequeño prodigio logra lo que muchos músicos sueñan después de décadas de práctica y entrenamiento: tocar con precisión, ritmo y una pasión que electriza a cualquiera que lo vea.
Sus videos se volvieron virales casi de inmediato, y en cada presentación en vivo el público se queda boquiabierto. Para Luciano, tocar no es solo un juego: es un lenguaje, una forma de expresar lo que siente desde el corazón.
“Lamentamos observar que en el contexto de otro escándalo político interno de gran repercusión mediática nuestro país vuelve a ser mencionado de forma negativa”, indican.
Empezó a tocar a los 3 años, inspirado por su primo Joaquín, y desde entonces no ha parado de sorprender. Cada golpe de baqueta demuestra que la edad no define el talento, y que la pasión puede florecer desde los años más tempranos.
Luciano es la prueba viviente de que los sueños no tienen fecha de vencimiento ni edad: con dedicación, amor por lo que haces y un poquito de magia, cualquier niño o adulto puede crear arte que emocione al mundo.