Para jugar al Revesino se utiliza la baraja española de 48 cartas. Esta baraja consta de nueve cartas numerales y tres figuras en cada uno de sus cuatro palos. Cada uno de los ases vale 4 puntos, excepto el de copas, que vale 5 ; cada rey, 3 puntos; cada caballo, 2 , y cada sota, 1 , excepto la de oros o quínola, que vale 3 puntos. El resto de las cartas no tienen valor en puntos y se llaman cartas blancas.
El orden de las cartas es, en cada palo y de mayor a menor: as, rey, caballo, sota, nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres y dos.
Cada jugador puede descartarse de uno de sus naipes y tomar uno de los tres que han quedado sin dar en el reparto. El dador está obligado a descartarse y no toma ninguna carta.
Las cartas que quedaron sin repartir corresponden en orden a cada uno de los tres jugadores distintos del dador. De modo que la primera es para el jugador de la derecha del dador, la segunda para el de la derecha de éste y la tercera para el situado a su izquierda .
Si alguno de los tres jugadores no quiere descartarse de ninguna de sus cartas no está obligado a hacerlo, pero puede mirar la carta que le correspondía, aunque no la tome. El jugador de la derecha inicia el juego de las bazas, jugando una de sus cartas. Los otros jugadores están obligados a asistir, es decir, jugar carta del mismo palo, excepto si un jugador cantó napolitana, ya que éste está autorizado a descartarse.
El jugador que echó la carta más alta del palo de salida gana la baza, recoge las cartas, las coloca en un montón frente a sí y se convierte en el mano para la siguiente baza. Terminado el juego de las once bazas, y siempre que no haya habido revesino, es decir que uno de los jugadores haya ganado todas las bazas, se procede al recuento de los puntos y bazas ganadas por cada uno de los jugadores para conocer el ganador de la mano. Excepto si hay revesino o napolitana, el ganador de una mano o juego parcial del revesino es el jugador que tiene menos puntos entre las cartas de las bazas que ganó.
Si este menor número de puntos ganados produce un empate entre dos jugadores, gana el jugador que hizo menos bazas. En caso de que un jugador haya hecho revesino, gana el juego parcial. El jugador que declara napolitana suele ser el ganador, ya que consigue descartarse de sus cartas de valor gracias a la posibilidad que tiene de hacer renuncios. Pero,
si gana alguna de las dos últimas bazas, pierde el juego aunque la baza sea blanca, es decir sin punto.i