Uno de los más tradicionales juegos de salón. El objetivo del juego consiste en embolsar la bola 9, bien desde el tiro de apertura como de cualquier otro tiro legal.
El juego se desarrolla con nueve bolas numeradas del 1 al 9 más la bola tiradora, blanca. En cada tiro la bola blanca debe contactar primero con la bola de color cuya numeración sea la más baja que en cada momento se encuentre sobre la mesa, aunque las bolas no tienen porqué ser embolsadas en orden.
Si un jugador embolsa una bola con un tiro legal, seguirá tirando hasta que falle, cometa falta o gane el juego embolsando la bola 9. Después de un fallo el siguiente jugador debe tirar desde la posición dejada por el anterior; pero, tras una falta el adversario obtiene el derecho a bola en mano, pudiendo colocar la bola blanca en cualquier lugar de la mesa y tirar en cualquier dirección.
No es obligada la designación del tiro a realizar. Tres faltas consecutivas significarán la pérdida del juego.
Las bolas de color debe colocar en forma de rombo con la bola 1 en primer lugar y situada sobre el punto de pie, la 9 deberá ocupar el centro del rombo y el resto de bolas sin orden específico. La bola blanca se podrá situar en cualquier lugar tras la línea de cabeza.
Las reglas respecto al tiro de apertura son las mismas que para el resto del juego, excepto si la bola blanca es embolsada o salta fuera de la mesa y no se comete otra falta, el oponente tendrá derecho a bola en mano en cualquier lugar de la mesa.
El jugador que rompe debe intentar una apertura abierta debiendo tocar banda por lo menos cuatro bolas de color; de lo contrario, la jugada, será considerada falta.
Si el jugador que rompe no contactara con la bola 1 no se considera falta. Las bolas se vuelven a colocar y el jugador tira otra vez, empezando desde atrás de la línea de cabeza.
En el tiro inmediato posterior al de apertura el jugador en turno de juego puede anunciar “push out”, significando dicha acción que el jugador puede tirar la bola blanca hacia cualquier punto de la mesa, sin necesidad de tocar banda o bola alguna, .
El jugador debe anunciar su intención de jugar un “push out” antes del tiro, de lo contrario éste será considerado como un tiro normal. Cualquier bola embolsada en jugada de “push out” no cuenta y deberá ser repuesta. Tras un “push out” legal, el siguiente jugador elige entre tirar desde la posición resultante o pasar el tiro al contrario que anunció dicha jugada.
Si el jugador que rompe entronera una o más bolas en un tiro de apertura legal, éste continuará hasta que falle, cometa falta o gane el juego. En caso de fallo o de falta, el adversario iniciará su turno.
El juego acaba cuando la bola 9 es entronerada de un tiro legal, o uno de los jugadores pierde el juego por cometer tres faltas consecutivas.
Cuando un jugador comete una falta acaba su turno y las bolas entroneradas en dicho tiro no son repuestas. El adversario dispondrá en este caso de bola en mano, pudiendo colocar la bola blanca en cualquier lugar de la mesa para su primer tiro.
Si un jugador cometiese más de una falta en la ejecución de un mismo tiro, sólo se contabilizará una falta, considerándose falta si , por ejemplo- la bola blanca es entronerada o salta fuera del billar; si la primera bola contactada por la blanca no es la de numeración más baja de la mesa; si no se embolsa ninguna bola y ni la blanca ni ninguna otra bola sobre la mesa contactan por lo menos con una banda después de que la bola blanca hubiese tocado la bola más baja; si por lo menos un pie no toca el suelo en el momento de golpear la bola; etc