Sureño
2'
bandas locales
El grupo Balas Perdidas nació en Dock Sud a mediados de los años 90, con el objetivo luchar para que en su barrio perdurara el rock and roll. La cultura suburbana y las costumbres cotidianas le dieron esa forma, las caminatas le trasmitió el mensaje a la banda, la identidad que portan y el valor para afrontar su forma de ser y volcarla a otras tierras.
La banda, que está compuesto por Martín Cueva, voz; Matías Salot, guitarra; Gustavo Coronel, bajo; Cristina Uxi, batería, afirma que “la agrupación seguirá hasta el fin con un mensaje que se instala y se diluye en las sensaciones”.
En cuanto al material discográfico, se encuentran en su haber Abajo en el Agujero (1995) y Oxígeno (1998). El primero es un mix de demos que fue formateado donde notaron que “gracias al espacio mediático” les hizo ver que tenían mucho que lograr para “decir algunas palabras”.
Al respecto, consideraron los músicos que “condensan en su arte en medio de una vorágine esculpida por la mano que ha logrado captar del éter una cualidad mística, doce gemas de puro rock y la condensación de muchas alegrías, algo que explica la magia de las coincidencias, demostrándonos que la culpa no es de las estrellas sino de nosotros que somos infieles”.
A finales del primer lustro del siglo XXI debutaron audiovisualmente, gracias a la dirección del Pablo Echarri, oriundo también de Avellaneda, que escribió el guión y participó en “Veneno Verdadero”, que se desprende de “Basura Caliente”, un EP de cuatro temas. Actualmente se encuentra presentando “Peripecia Polaroid”, en venta en todas las disquerías y presentándolo en vivo.
La banda surgida en el barrio doquense sacó su carnet de primera, con un pequeño trabajo que resume todos sus años de carrera underground. En sus inicios supieron conformar una pequeña banda de lo que en su momento se denominó Rock Barrial. El camino recorrido durante estos últimos catorce años de trayectoria los ha hecho madurar musical y profesionalmente, sin embargo no se conformaron con eso “y vamos por más” dicen, y vaya que se lo merecen ya que cuentan con el talento suficiente para llegar a cumplir sus objetivos como banda de rock.
En cuanto al material discográfico, se encuentran en su haber Abajo en el Agujero (1995) y Oxígeno (1998). El primero es un mix de demos que fue formateado donde notaron que “gracias al espacio mediático” les hizo ver que tenían mucho que lograr para “decir algunas palabras”.
Al respecto, consideraron los músicos que “condensan en su arte en medio de una vorágine esculpida por la mano que ha logrado captar del éter una cualidad mística, doce gemas de puro rock y la condensación de muchas alegrías, algo que explica la magia de las coincidencias, demostrándonos que la culpa no es de las estrellas sino de nosotros que somos infieles”.
La banda surgida en el barrio doquense sacó su carnet de primera, con un pequeño trabajo que resume todos sus años de carrera underground. En sus inicios supieron conformar una pequeña banda de lo que en su momento se denominó Rock Barrial. El camino recorrido durante estos últimos catorce años de trayectoria los ha hecho madurar musical y profesionalmente, sin embargo no se conformaron con eso “y vamos por más” dicen, y vaya que se lo merecen ya que cuentan con el talento suficiente para llegar a cumplir sus objetivos como banda de rock.