El otro Carnaval, vivido por vecinos de todas las edades

Los encuentros sirvieron para que generaciones que nunca habían visto ese tipo de espectáculos participaron de algo que sólo habían escuchado en relatos de sus padres y abuelos.

“Revivir algo que formaba parte de los recuerdos de mis abuelos me parece el mejor homenaje a la tradición vecinal, que es algo que siempre escuché desde muy chico”, aseguró Mariano Airali, coordinador de uno de los encuentros.

La mística del carnaval, esa que se posa sobre los recuerdos de aquellos vieron a Sandro en el Club La Luz Barceló Central, o de los corsos del Columbia y Villa Recreo, eso intentó evocar cada una de las jornadas que se llevaron adelante.

Ya fuera en el Centro Cultural El Tío, de Valentín Alsina, o en el Centro Cultural La Razón de mi Vida, de Villa Barceló, la cita persiguió la misma lógica: Organización popular, coordinación con el barrio y prioridad para los artistas locales.

“Defendemos y realizamos los carnavales de este barrio (nuestro barrio) hace ya varios años, porque culturalmente es donde nuestro pueblo sin distinción de edad o clase sale a divertirse y a compartir la calle como un espacio en común. Nuestros pibes se divierten, ríen y bailan en familia y con otras familias y eso hoy en día, donde reina el individualismo, el sálvese quien pueda, donde llegar a fin de mes es cada vez más difícil, para nosotros es un acto de rebeldía. Nada grande se construye sin alegría, ni amor”, expresó Gabriel Sandoval, referente de MCP.

En las distintas jornadas que se desarrollaron, participaron Los Príncipes de La Boca, Los Preferidos de Valentín Alsina, Tía Marilú, además de otras 15 murgas y 4 bandas musicales, fiesta de espuma y baile. A lo largo de las 3 fechas participaron más de 1000 vecinos que volvieron a recordar las viejas fiestas de carnaval.

Mezcla de emociones

“Es una mezcla de emociones muy grande porque para nosotros significa revivir eso que es parte de nuestra identidad. No negamos que haya cosas que nos empujen a quedarnos en casa sin hacer nada, pero si no vencemos esos miedos, si no salimos a la calle, seguimos colaborando con esa fragmentación social que nos hace muchísimo daño. Creemos que las respuestas están siempre en el de al lado, en el que es como uno. No hay recetas mágicas para nada, sólo hay que estrechar los lazos sociales y contribuir para pasar de generación en generación los conceptos que forman nuestra identidad. Hay que formar con la conciencia de los más grandes a los más chicos”, aseguró Airali.

Además, el referente del centro cultural de Villa Barceló destacó que el movimiento cuenta con “espacios culturales en Villa Barceló, Valentín Alsina, Gerli y Villa Diamante” que ofrecen “danza para chicos, tango, folklore, expresión corporal, yoga, zumba, canto, guitarra, apoyo escolar, charlas y ferias artesanales cada semana”.