¿TE ACORDÁS DE...?
En 1987 el actual gobernador y su esposa sufrieron un trágico episodio en su departamento de Recoleta, que dejó como saldo la muerte del encargado del edificio. 9 años después, vivieron una historia similar pero sin víctimas fatales
El 15 de mayo de 1987 Daniel Scioli y su esposa, Karina Rabollini, debieron sortear el primero de los obstáculos que la vida les fue poniendo en su recorrido. El noveno piso que habitaba en la Avenida Callao 2014 se prendió fuego y ellos debieron escapar de las llamas saltando ocho metros, lo que provocó fracturas en la entonces modelo.
Peor le fue al encargado del edificio en cuestión, José Abujal, quien murió calcinadoal intentar rescatar a su esposa y su hijo que se encontraban rodeados por las llamas. Otro vecino, de origen suizo, sufrió heridas y dificultades en su respiración tras haber inhalado humo.
El barrio de la Recoleta se vio alterado esa madrugada. Todo comenzó a las 4 de la mañana al prenderse fuego una construcción que el ahora gobernador bonaerense había montado en su vivienda. Muchos coincidieron en que la citada cabaña canadiense carecía de habilitación.
El fuego recién puso ser extinguido seis horas después de haberse iniciado, mientras que Rabollini era atendida en la clínica Mater Dei por las heridas recibidas en la fuga de la muerte.
Pero la vida siempre le deparó sorpresas al ex motonauta y hoy hombre fuerte de la política argentina, ya que nueve años después, en diciembre de 1996, volvió a ser protagonista de otro hecho ígneo: unos amigos del matrimonio se encontraban preparando un asado en el quincho de madera en la terraza de Anchorena al 600 cuando el fuego se descontroló, provocando pérdidas materiales sin víctimas.
Una brasa cayó sobre material inflamable y comenzó un susto de proporciones. Scioli no se encontraba en la vivienda, ya que asistía a un partido que la Selección Argentina disputaba con su par de Chile en el estadio de River Plate.
Un llamado telefónico de Karina Rabollini lo alertó y calmó a la vez. No había que lamentar víctimas, como la otra vez, pero sí daños que fueron estimados como mínimos. "Ni siquiera llegó a ser un susto. Fíjese que hasta comí en el mismo quincho donde comenzaron las llamas. Fueron unas brasas que cayeron en el lugar equivocado", llegó a decir Karina a los medios de comunicación luego del episodio. Scioli sólo atinó a decir, luego de la intervención de los bomberos: "No hay que darle importancia. Nos pasaron por agua el asado".
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