La carrera para obtener el primer dispositivo móvil capaz de realizar una llamada tuvo en sus inicios a dos potencias del rubro de las comunicaciones como principales actores de la contienda: Motorola y Bell.
A mediados del siglo pasado comenzó la apasionante puja que acabaría el 3 de abril de 1973 cuando el ingeniero estadounidense Martin Cooper empleando un móvil bautizado como DynaTac, abreviatura de Dynamic Adaptive Total Area Coverage derribó una nueva barrera para la humanidad.
"Nosotros en Motorola lo hicimos, la telefonía celular es una realidad", expresó el ingeniero en la primera histórica comunicación dirigida a su rival directo, el investigador de Bell Labs, Joel Engel.
Pero ese novedoso dispositivo estaba a años luz de los modernos equipos que la humanidad porta actualmente en sus bolsillos: tenían un tamaño similar al de una caja de zapatos, pesaban más de un kilo, no tenían pantalla, tenían un tiempo de recarga que rondaba las diez horas y una autonomía de apenas 35 minutos.
Cabe destacar que el DynaTac fue un milagro tecnológico, pero solamente 17 años después de esta primera llamada, en los años 80, el invento se extendió a un público más amplio con la asignación de las primeras frecuencias de comunicación.
Así, el sucesor del prototipo de Cooper, el popular DynaTac 8000X, comenzó a ser comercializado a 9.322 dólares, valor que deja en ridículo al iPhone X, el primer smartphone en superar las 5 cifras en su precio en los últimos años.