Las playas volvieron a desbordar de gente que no paró de disfrutar con un marco de cielo celeste y cerca de 30º de temperatura. Además, hubo poco viento y olas para todos los gustos.

La postal del día fue inmejorable. Celeste por donde se mirara hacia al cielo. Apenas una brisa refrescante volando en el aire, como para amortiguar los efectos de un sol que brilló desde bien temprano, por la mañana, y hasta que se puso en un atardecer de película.

Otro día soñado para los miles de turistas que siguen en la costa, y para los que, animados por los pronósticos, se decidieron a alargar el fin de semana en medio de los rayos generosos de un sol que regresó con toda su energía.

El mar fabuloso, la arena cálida y un aire hermoso para sacarle provecho a un día en el que no hubo excusas para pasarla mal. Y en los rostros de la gente se podía adivinar la plenitud del entusiasmo; unos corriendo entre las olas, otros planeando lo que iban a hacer inmediatamente y varios tendidos sobre la arena, rendidos al cálido acunar de los invisibles brazos del sol.

Observar un rato el paisaje que entregan los muchos que se meten sin prejuicios al mar invita a una reflexión: hay menos salvatajes o, al menos, esa es la sensación que inmediatamente siente uno, al tratar de hacer memoria sobre los recates vistos este año y compararlos con otras temporadas.

Para evitar que se trate sólo de una sensación personal, nos acercamos a Miguel, guardavidas del B-12 en Punta Mogotes y le consultamos si es cierto que este año existieron menos episodios de gente en problemas a causa del mar. Y Miguel lo confirma: "Es verdad. Y es que de un tiempo a esta parte, casi todas las personas, no sólo los niños, durante el año toman clases de natación. En los clubes, en las escuelas y hasta de manera particular, cada vez son más los veraneantes que llegan a la playa y saben nadar. Antes no pasaba. Además, este año se dio que el mar estuvo bastante tranquilo y que la gente, a diferencia de otras épocas, acata más las indicaciones y recomendaciones de los guardavidas".

De todas maneras, Miguel no pierde su atención: "Estos datos no significan nada, apenas una estadística sin sentido. No quiere decir que, en cualquier momento pueda cambiar el panorama y empecemos a tener veinte salvatajes por día. Hay que estar siempre preparados y alertas".

Por esas playas de Mar del Plata aún no han sido entregadas las nuevas banderas que, según el propio intendente de General Pueyrredón, Gustavo Pulti, se pondrán a disposición de los guardavidas como señal de advertencia para los bañistas. Se trata de un modelo de fondo negro con un rayo de color blanco, y que alerta sobre la presencia de tormentas eléctricas y la recomendación de abandonar el mar y la playa.

"Todavía no nos ha llegado nada", contó Miguel quien, como el resto de los guardavidas, además de las nuevas banderas espera ansioso la renovación de los elementos necesarios para asistir a la gente.


Las banderas

Celeste: Mar bueno

Amarillo y negro: Mar dudoso

Rojo y negro: Mar peligroso

Rojo: Prohibición de baño

Negro con rayo: Tormenta eléctrica.

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