No fue fácil la temporada de APAC 1.4 para la piloto de Ranelagh Mara Galmarini, y tampoco para su esposo Fabián Kostek, ya que la pareja luchó por demás contra la floja situación económica y faltó a varias competencias de los prototipos.
La joven corredora, madre de una pequeña niña, se apuntó este año con todo para regresar a la categoría donde sobresalió hasta 2016, luego de haber dado a luz, pero se le complicó la plenitud en el certamen. “No fue la temporada que esperaba, porque mis anhelos estaban a tope, al comenzar con un auto nuevo. Estaba muy ilusionada, pero la verdad que todo se hizo cuesta arriba por las dificultades que surgieron, tardó en hacerse la puesta a punto, la cual no se realiza de un día para el otro, tuve que conocer a la nueva unidad. Me subí muy poco, porque las carreras teníamos que dividirlas entre Fabián y yo, repartirnos las tareas”, afirmó.
En diálogo con El Quilmeño, la dama aseguró que le resultó una gran experiencia compartir la conducción con su marido, pero que todo hubiese sido distinto si la continuidad estaba de su lado, a nivel financiero. “Primero tuvimos problemas mecánicos, y después nos golpeó el tema presupuesto, a muchas carreras no pudimos ir por no llegar con el dinero”.
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