Gustrom es un Gnomo muy protector en todos los sentidos más aun en las envidias, los celos y las traiciones, él nos cuida y dice que desde la Antigüedad más remota se conocen los daños provocados por malos sentimientos y se recurrió a cientos de antídotos para cuidarse. Todos tienen sus recetas para protegerse de las fuerzas malignas.
La sabiduría popular afirma que hay individuos capaces de perjudicar a otros a través de la fuerza de la mirada. Es lo que se conoce como "mal de ojo". Muchos suelen tener serias dudas sobre que esto fuera posible, pero la experiencia y las investigaciones demostraron que sí es posible. Aunque existen métodos para evitar el "mal de ojo", lo cierto es que la influencia telepática de personas que poseen sentimientos negativos hacia otros puede arruinarle la vida.
Por eso mismo hoy Gustrom enseñara como sacar todo lo malo, y dice que una persona es capaz de influir sobre otra en forma negativa causándole graves trastornos, lo que popularmente se llama "un mal o daño"
La mirada maléfica y envidiosa del "mal de ojo" es conocida desde la antigüedad ya en la Grecia Imperial hace 2500 años existía la creencia de que el envidioso emitía "unas formas cargadas de perversidad", según enseñaba Demócrito, filósofo griego nacido cinco siglos antes de Jesús, a quien se considera el padre de todas las teorías y un gran compañero de este Gnomo.
Hay una historia muy antigua que cuenta Gustrom el Gnomo , y la misma se llama el "nazar lagna". En una época lejana, en una aldea hindú, se intentó imponer a los campesinos una semilla especial para lograr una cosecha óptima.
Un anciano reflexionó entonces: "Si obtengo la cosecha excepcional prometida y la nueva semilla resulta exitosa, tendré el temor de "nazar lagna". Será terrible". En lenguaje urdu "nazar lagna" significa "mirada", pero en sentido maléfico, por eso Gustrom advierte sobre este término.
Las evidencias acerca de la existencia del "mal de ojo", impulsó a algunos a proponer ciertos remedios contra el maleficio. Dice Gustrom que la cuestión es que el "mal de ojo" es resultado de la envidia y puede evitarse. El envidioso hace al otro responsable de su desgracia y la agresión aparece como un ingrediente normal, pues este individuo sufre por el bienestar o la dicha de vivir del otro. Lo cierto es que en todas las etapas de la humanidad, la envidia ocupó un lugar destacado y siempre trató de ocultarse como algo vergonzante. La presencia de este sentimiento de los demás hacia nosotros y a la inversa se advierte en repetidas ocasiones. ¿Por qué cuando iniciamos un proyecto determinado, por ejemplo, lo mantenemos en secreto hasta que se concreta? Es el miedo a la envidia.
Este temor no tiene nada de absurdo. Mediante sugestión telepática una persona puede conseguir que muchas cosas le salgan mal a otra y todo sucede al revés de cómo hubiera deseado. Así, el que "recibió el mal" quedará convertido en un títere sin saberlo conscientemente, a las órdenes de los mensajes que, le envíe el otro sujeto. Por eso Gustrom dice que hay fórmulas sencillas para evitar ser afectado por los malos pensamientos.
Hay que adelantarse y ganarle de mano a quien intenta perjudicarlo. Telepáticamente usted puede influir en la acción de quien tenga sentimientos negativos hacia su persona. Las técnicas son simples, pero es importante respetar todas las indicaciones. Hay que seguir estos pasos. Acuéstese en una superficie lisa y dura. Afloje todos los músculos de su cuerpo y consiga un profundo relax, llamando al Gnomo Gustrom.
Con los párpados cerrados, imagine que aquella persona sobre la que necesita influir está cerca suyo, amplíe la imagen hasta que sólo se vean sus ojos. Mírelos con firmeza. No tema enfrentarlos. En su fantasía, hable con la imagen. Sea severo y ponga los límites necesarios. No permita que lo invadan. Repita el procedimiento varias veces durante el día. Este método obtiene mayor éxito si se realiza al despertar y antes de dormirse. Durante el sueño, el deseo sigue presente y se hace más intenso; la comunicación telepática alcanza su mayor fluidez. Gustrom dice a no temer y a ser felices, y da los números 10, 08, el 72, de yapa el 848.