Zonales |
En medio de un mal presente deportivo y con una crisis económica que corroe al club, en uno de los laterales de la cancha encontraron frases que buscaban amedrentar a jugadores y dirigentes.
La situación de Quilmes es compleja por donde se la mire: en el plano institucional, una deuda millonaria sacude las estructuras del Decano; y en lo deportivo, una serie de resultados lo depositaron en la zona de descenso. Con este preocupante marco, ayer aparecieron pintadas en una de las paredes del Estadio Centenario amenazando de muerte a los jugadores del Cervecero y al gerente, Alberto Burri.
Amontonadas, sobre una pequeña porción de un gran paredón, aparecieron mensajes intimidatorios que apuntaban directamente a todos. “Balas para todos”. “Ganar o morir”. “Burri 50.000 andate”. Esas inscripciones fueron las que encontraron los empleados del club que se encargaron ayer de abrir las instalaciones.
El equipo lleva siete partidos sin conocer la victoria y, desde que comenzó la competición en 2017, cayó cinco puesto y ahora ocupa junto a Arsenal de Sarandí el primer puesto de los equipos que están condenados a perder la categoría.
Las pintadas causaron extrañeza en el interior de la dirigencia ya que, a diferencia de otros años, la barra del Decano no exigió nada a la nueva conducción. Por otro lado, se abre un interrogante respecto de la pintada realizada a Burri, ya que no queda en claro si es un reclamo de dinero o una acusación la que le dedican al gerente.
No es la primera vez
Si bien es real que gran parte de la vieja barra cervecera ya no está presente en los paravalanchas, lo ocurrido ayer no es nuevo. Mientras el equipo que conducía Facundo Sava acumulaba nueve partidos sin perder, con siete victorias y dos empates en septiembre de 2015, las puertas del estadio volvieron a ser el canal de un mensaje amenazante.
El 29 de setiembre, por una interna entre la barra disidente, la oficial y la dirigencia de los Meiszner, apareció un mensaje dedicado a la CD: “Si no hay entradas, hay balas”. Además, en octubre de 2012, un grupo identificado como “Los Alamos” llevó a cabo el velorio de José María Fernández, de 15 años, hijo del ex líder de la barra brava de Quilmes mientras la Reserva jugaba contra Unión de Santa Fe.
Aparecen en esta nota:
Te puede interesar:
las más leídas
