Las mascotas, sobre todo los perros, suelen establecer una relación con la familia que, en gran parte de los casos, llega a humanizarlos. Se han realizado numerosos estudios a nivel mundial para saber cómo evoluciona la relación perro-persona y cuántas actitudes y emociones pueden llegar a compartir.

A tal punto que muchos investigadores aseguran que los perros se parecen a sus dueños y hasta la psicología intervino en esta relación que tiene un alto componente de amor.

Numerosos estudios realizados en distintas partes del mundo aseguran que existe un vínculo entre el aspecto de las personas y el de sus mascotas, y se ha demostrado que la semejanza va más allá de una simple apariencia.

Los investigadores de la Universidad de Leicester llevaron adelante un estudio en el que entrevistaron a 235 adultos para conocer cuáles eran sus razas de perro preferidas y les realizaron un test para evaluar su personalidad.

El estudio, llevado a cabo por un equipo de psicólogos, indica entre las tendencias más pronunciadas que las personas prefieren mascotas que sean como una extensión de sí mismos. Es por eso que la elección de la raza de sus perros reflejó sorprendentes coincidencias con la personalidad de cada individuo.

Por ejemplo detectaron que aquellas personas que se preocupan menos por los demás, que son competitivas y poco amigables, prefieren perros agresivos. Sin embargo, los expertos destacan el hecho de que esta tendencia no tenía relación con que, quien prefiere a los perros de raza de pelea, tenga una tendencia a ser agresivo.

Esos datos, cruzados con experimentos realizados en Inglaterra, Japón, Venezuela y Estados Unidos , determinaron que es posible determinar mediante fotografías qué perro pertenece a cada dueño, y fortalecen la teoría de que las personas eligen a un perro con el que se ven reflejadas a sí mismas.

Inclusive, el tipo de animal que cada uno prefiere como mascota, indicaría ciertos aspectos de la personalidad de una persona, según indicó un estudio realizado en la Universidad de Texas. Según estiman, la gente que prefiere a los perros tiende a ser más extrovertida, relajada, un poco reacia a tener nuevas experiencias y son de mente más bien cerrada. En cambio, aquellos que prefieren a los gatos serían introvertidos, ansiosos, abiertos a nuevas experiencias y más impulsivos.

Por otra parte, las investigaciones determinaron que, como en los humanos la imitación es una parte importante del aprendizaje social, también sucede con los perros. Es decir que la gente en forma inconsciente copia los gestos de los individuos que la rodean, por ejemplo un bostezo o una persona mirando al cielo, automáticamente provocará que los demás bostecen o miren al cielo. Este fenómeno se conoce como “imitación automática” y es evidente en muchos otros animales.

En tal sentido, investigadores de la Universidad de Viena determinaron que las acciones de los perros también están influenciadas por los humanos. Según indica un estudio, este tipo de aprendizaje evolucionó, y revela que la forma en que la gente interactúa y juega con sus perros establece la base para esta capacidad de imitación.

Aseguran que no es algo que se dé en forma espontánea, sino que los perros necesitan mucho entrenamiento para aprenderlo. Además estudiaron la capacidad de imitación con una serie de ensayos utilizando una prueba simple para abrir una puerta.

Se construyó una caja con una puerta deslizable al frente que podía abrirse con una manija. Cuando los dueños utilizaban la mano, el perro tenía que abrir la puerta con su pata para obtener una recompensa. Si el dueño abría la puerta con su boca, el perro tenía que usar la misma técnica.

Según la investigación, un segundo grupo de perros tenía que aprender el método alternativo, es decir, si el dueño usaba la mano el perro tenía que usar la boca, y cuando el dueño usaba la boca, el perro usaba la pata. Los perros que tenían que usar el primer método aprendieron su tarea mucho más rápido que los que usaban el método alternativo. Esto demuestra que los animales tienen una predisposición a imitar los movimientos de sus dueños, concluyeron los investigadores.

TIPS
-Para darle medicina al gato, si es arisco, lo mejor es hacer una pasta con el medicamento y untársela en una pata. Su obsesión por la limpieza hará que se lama la pata y se trague la medicación sin protestar.

-En las relaciones interpersonales entre el perro y su amo, acontece una liberación de la oxitocina, conocida también como la “droga del amor”, que disminuye el estrés y causa bienestar.

-11 meses dura el período de gestación de los caballos, y la hembra da a luz a una única cría. Aunque raramente pueden nacer gemelos o más de 3 potrillos, en yeguas de edad avanzada.


Sensibles y telepáticos

Numerosos dueños de perros intuyen y afirman que los perros son sensibles a sus sentimientos, teoría que confirma un estudio realizado que asegura que los perros reaccionan al dolor humano de una manera sumisa para darle alivio.

Un experimento realizado por psicólogos de la Universidad de Goldmsiths en Londres probó a 18 perros en distintas situaciones, con sus dueños y extraños, en las que los voluntarios aparentaron llorar, susurrar o tararear y hablar. Los perros reiteradamente reaccionaron a los simulacros de llanto, acercándose a las personas y buscando establecer un contacto físico. El hecho de que los perros diferenciaron entre el llanto y el tarareo indica que su respuesta no fue meramente motivada por la curiosidad. Los perros respondieron al llanto de una persona aunque no fuera su dueño, lo que parece mostrar que su respuesta fue genuina y empática, y no el resultado de la búsqueda de una recompensa o de sus propias necesidades. El hecho de que los perros reaccionen a una emoción fingida no significa que no sepan percibir las emociones de las personas, ya que el propio cerebro humano tampoco hace distinción entre si una emoción es simulada o se experimenta en forma espontánea, de la misma forma que no distingue del todo si se ve algo o eso mismo se imagina. Otro estudio realizado por un biólogo de la Universidad de Cambridge muestra que las mascotas tienen una capacidad telepática para saber cuándo sus dueños van a regresar a la casa. No hay duda que los animales domésticos, y especialmente los perros, cumplen una admirable función servicial, como si estuvieran entre las personas para aliviar sus penas y brindar amor.





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