En sus primeras palabras de su exposición en Intrusos, el marido de Karina Jelinek se burló de la investigación de Periodismo Para Todos y aseguró que todo lo que dijo en la cámara oculta fue lo mismo que se había publicado sobre él en los medios
En lo que podría considerarse un giro insólito del escándalo que nació el domingo en el programa Periodismo Para Todos, el contador Leonardo Fariña aseguró que a Jorge Lanata le vendió "ficción" y que realizó la cámara oculta para lavar su imagen.

"Yo tuve la ventaja de tener un día para ver todo lo que decían", comenzó, antes de pedir veinte minutos para hacer una defensa. "Estaban diciendo que yo me había incendiado... me cagué de risa. En el buen sentido de la palabra, lo digo, porque el pez por la boca muere".

El esposo de Karina Jelinek tildó de "soberbio" y "golpista" al periodista y se jactó: "En la primera cámara presumía que me estaba filmando y en la segunda sabía que lo iba a hacer".

"Vos me vas a preguntar por qué hablé", prosiguió. "Para lavar mi imagen. No tengo capacidad para incriminarme, para presentarme ante un juez y decir 'investiguen todo lo que dicen de mí'".

Hasta ese momento, pocos entendían lo que Fariña quería decir. Entonces, llegó la revelación: "El señor Jorge Lanata quería ficción y yo le di ficción, mis dos cámaras ocultas son eso".

Tanto Jorge Rial como los panelistas –y hasta Marina Calabró, quien fue desplazada rápidamente a un segundo plano luego de mantener una discusión con el contador- lo miraron incrédulos.

"Todo lo que yo dije, toda esa ficción, está acá", insistió, mostrando un bulto de papeles. "No dije ni más ni menos que todo lo que se encargaron de decir los periodistas de mí. Todos los periodistas", agregó.

"Desde marzo de 2011 vengo siendo asediado por los medios, me generaron perjuicios de todo tipo, ya me cansé", argumentó Fariña, quien se vanaglorió de "operar a Lanata cuando él creía que era al revés".

"Él no hizo ninguna denuncia. Esa cámara oculta que supuestamente él me hizo a mí, y que me cagó, en realidad yo lo cagué a él. La Justicia es un sistema tan perfecto que me permite hacer esto e invertir la carga de la prueba", explicó, al tiempo en que relativizó la contundencia del informe al decir que "no tiene carga probatoria".

Y siguió cargando contra el conductor del ciclo de Canal 13: "A mí Lanata, como tantos otros periodistas, me usó de fusible para voltear a alguien". Y lo invitó a contar lo que le había ofrecido en la primera cámara oculta: "Eso no lo filmó. Si no lo dice el domingo, se lo voy a decir en la cara".

Entre otras cosas, Fariña negó ser el hijo de Néstor Kirchner, que los autos en los que se lo retrató sean suyos –"La Ferrari la compré en comisión, para alguien, en efectivo"- y que sea millonario, además de disculparse con Lázaro Báez, a quien calificó de "buen tipo".

En cambio, no adoptó la misma postura con Fabián Rossi, el esposo de Iliana Calabró: "No hable mal de Rossi, no le tengo que pedir disculpas. Hasta lo que sé, es un tipo de bien. Fui amigo de él. Tuve una discusión personal". En la cámara oculta, Fariña tildó de "boludo" al asesor.

También cargó contra Federico Elaskar, la persona que denunció amenazas de muerte en la entrevista con Lanata: "Es un mentiroso y ladrón. Él dice que me conoció para hacer un par de negocios y viví tres semanas con él, me prestó su casa".

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