Con el conmovedor relato de la víctima, Karina Abregú, comenzó en el Tribunal Oral Criminal Nro 1 de Morón el juicio que se le sigue al ex esposo de la mujer acusado de rociarla con alcohol y prenderla fuego luego de una feroz paliza.

Con el testimonio de la odisea que le tocó sufrir y con las secuelas físicas como fiel reflejo de las agresiones que le tocó padecer, Karina Abregú declaró ante el Tribunal Oral Criminal Nro. 1 de Morón, en el inicio del juicio que se le sigue a su ex esposo Gustavo Javier Albornoz, quien estaba imputado por "intento de homicidio", pero tanto los fiscales, como el abogado querellante lograron que se modifique la calificación de la causa y ahora el acusado afronta el cargo de "intento de femicidio, agravado por el vínculo".

Con el acompañamiento de un centenar de representantes de organizaciones sociales y políticas, que vienen apoyando la demanda de justicia para Karina Abregú, uno de los símbolos de la campaña Ni Una Menos, se inició el demorado proceso, que se extenderá hoy y mañana, con un par de jornadas en la que declararán otros testigos, antes de dar paso a los alegatos de las partes y el veredicto.

Ayer, tras el detallado y estremecedor relato de la víctima, también brindaron su testimonio Carolina Abregú, hermana de Karina, entre otros familiares y vecinos, quienes dieron cuenta de los episodios de violencia doméstica, anteriores a aquel 1 de enero de 2014, cuando Albornoz la agredió a trompadas, para luego rociarla con alcohol y prenderla fuego, en el interior de la casa en que vivían, en el partido de Merlo. La mujer salvó su vida de manera milagrosa, debido a que sufrió quemaduras en buena parte de su superficie corporal ofrecieron.

Si bien el imputado llegó al debate en libertad y beneficiado por distintas medidas judiciales, la presentación del abogado querellante Alejandro Bois y los fiscales Adrián Ferreyra y Hernán Alarcón para cambiar la carátula de la causa fue aceptada por el Tribunal Oral Criminal Nro. 1 de Morón y en consecuencia, Albornoz quedó imputado por "intento de femicidio agravado" y no por "intento de femicidio", lo que complica su situación, en relación a la pena en expectativa, de ser condenado. Cabe recordar que Karina Abregú estuvo al borde de la muerte, con varios paros cardíacos y decenas de operaciones, por las secuelas de sus quemaduras en el 55 por ciento de su cuerpo.

En medio de esos problemas, se quedó sin trabajo, ni obra social, mientras seguía siendo hostigada por su agresor. Gustavo Albornoz apenas estuvo detenido por espacio de un mes, hasta que fue excarcelado y en los últimos dos años, siguió haciendo su vida normalmente e inclusive, amenazando a quien fuera su esposa.

A las denuncias anteriores de la víctima a este episodio que casi termina con su vida nadie le correspondió con medidas preventivas y luego, ya era demasiado tarde. Las posteriores amenazas, en plena investigación de lo sucedido, dieron paso a la apertura de otros expedientes, que podrían ser considerados como agravantes en este proceso iniciado ayer.


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