Un científico ruso, empecinado en transformar la ciencia en algo popular, se propuso reversionar el ya olvidado "Ice Bucket Challenge" –ese evento en el que varias personalidades del deporte y el espectáculo se lanzaban un balde de agua helada y olvidaban hacer los aportes para la campaña mundial contra la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA)- y optó por subir el desafío con algo más frío: un balde de nitrógeno líquido.
La experiencia es en extremo peligrosa ya que el nitrógeno líquido es una sustancia que puede alcanzar temperaturas de varias centenas de grados bajo cero, lo que ocasiona el congelamiento casi instantáneo de cualquier objeto orgánico y también de elementos tan resistentes como el metal. Y como de muestra sólo basta un botón, te dejamos un viejo y divertido recuerdo.
A todo esto, mientras varios famosos alrededor del mundo se tiran baldazos de agua helada en los vestigios del desafío del "Ice Bucket Challenge", Nikolay Novosyolov ha dado una vuelta de tuerca al mismo y ha decidido apostar por baldes de nitrógeno líquido a muy baja temperatura.
Novosyolov es el fundador de un proyecto para la popularización de la ciencia, lo que lo llevó a realizar el peligroso experimento en la ciudad rusa de Rostov. Para eso, el hombre se lanzó encima balde lleno de nitrógeno líquido, que para ese entonces había alcanzado a una temperatura de unos 197 grados centígrados bajo cero... ¡y salió ileso!
¿Cómo lo logró? El fenómeno se conoce como efecto Leidenfrost, fue descubierto hace casi dos siglos y consiste en un fenómeno por el cual se forma una capa de vapor alrededor de un líquido al encontrarse sobre una superficie con temperatura mucho mayor al punto de ebullición de ese líquido.