El presidente hacía catarsis mientras
Tinelli todavía caminaba desorientado por el predio de Ezeiza, como esos tipos a los que les explota una bomba al lado y caminan en
shock por las calles, sin rumbo. Es que el Animador no entendía cómo los casi 50 dirigentes que tenía anotados en un papelito se había achicado a 37 o 38 que finalmente lo votaron. Por el lado de Segura no había tanta sorpresa: sus números habían sido más mesurados y existía de antemano una previsión de "tres o cuatro cuchillazos" que le bajaran el caudal de votos.
Pues bien, mientras la
Justicia está a punto de entrometerse en las elecciones de AFA -si Don Julio metió el voto doble
como interpretó Julito, ahora debe estar maldiciendo dirigentes-,
cada sector hizo su tarea de investigación para descubrir a quienes dijeron una cosa e hicieron otra. No fue fácil, porque tanto Tinelli como Segura se reunieron con sus adeptos mientras los
cagatintas todavía escribían del insólito empate que en
Grondonalandia vuelve posible lo imposible y contaban entre los comensales más de 37/38 asambleístas.
"Muchachos, esto es raro: me iban a votar 50, no llegué a los 40 y acá hay 41", concluyó Tinelli. En otra mesa pasó lo mismo, pero un hombre fuerte del Ascenso advirtió: "Miren que más tarde vamos a saber quiénes se equivocaron en el cuarto oscuro".
Bueno,
del lado de Tinelli declararon persona no grata a Sportivo Barracas, flamente ascendido a la Primera C,
y a Crucero del Norte, que ya no tendrá otra chance del lado del Animador.
El tercero de la lista es Patronato, también acusado de haber cambiado el voto, y en Córdoba la lupa hizo foco intenso: desconfiaron de todos aquellos con tonada hasta llegar a la conclusión que
Instituto fue la oveja negra.
Tigre también: había sido uno de los primeros en alinearse por cuestiones políticas y en la urna no hubo acuerdo.
El sexto, Deportivo Morón: había sido uno de los asambleístas de la Primera B "convertidos", que terminó votando por quien inicialmente iba a hacerlo.
Seis nombres subrayados con rojo y otros tres marcados con lápiz hasta confirmar.
La lista de Segura -que escribe Moyano- es más breve y le apunta a la Primera División:
creen que Armando Pérez votó por Tinelli, pero con
Pañuelito nadie se anima a establecer un interrogatorio.
Cada vez miran con más desconfianza a Daniel Angelici, que "últimamente se mueve más a gusto
con gente de la contra, que con los propios", según la pesquisa de un guardián de la orden de Don Julio.
Con
Defensores de Belgrano hay tiempos de pruebas: acusaron a quien manda en el club de haberse cambiado la camiseta y mientras tanto no hay lugar en la mesa para el Dragón.
El cuarto "cuchillazo" todavía no tiene nombre y tampoco hay ganas de buscarlo: si fuesen cuatro los traidores, significa que el voto doble era propio y que de no haber pasado al conteo las elecciones hubiesen sido 37-38 en
favor de Tinelli. "La cuenta, por ahora, termina ahí", dice uno que le pone el capuchón al fibrón rojo y dobla lista con los nombres menos gratos.