Replanteo, cláusulas y dudas. Hoy un no es más factible que un sí. El nuevo incidente que tuvo como protagonista a Ricardo Centurión, pocas horas después de arribar al país en un recinto nocturno, hizo que la dirigencia de Boca encendiera la alarma alrededor de su contratación.
A tal punto que la actual posición de Daniel Angelici estaría volcada para el lado de desistir de la contratación del ex futbolista de Racing y San Pablo y le habría pasado la pelota a Guillermo Barros Schelotto que siempre se mostró como el más interesado en la continuidad de su futbolista predilecto.
Dentro de este contexto, el lunes el propio Angelici mantuvo una dura reunión (le recriminó no haberlo cuidado) con el representante del futbolista, Alejandro Mazzoni, para hacerle conocer las “cláusulas especiales” que de repente se agregaron al nuevo contrato.
Ahora habrá que ver si Centurión acepta o no la letra chica del vínculo contractual, mientras el titular xeneize quiere tener un cara a cara con el delantero antes de firmar el acuerdo, si es que decide firmale el contrato.
Quedó sacudido por este nuevo episodio extrafutbolístico de Centurión y, a esta altura, ya no tendría la misma convicción para sostener con fundamentos las “ventajas” de contar con el delantero. Sobre todo porque los otros protagonistas estelares de su grupo de trabajo, su hermano Gustavo y el profesor Valdecantos, no estarían de acuerdo con contar con Centurión.
Guillermo siempre lo respaldo y lo quiso, pero este nuevo incidente lo dejó abatido.
Sin hacer ruido para no abrir ningún espacio para el escándalo mediático, Daniel Angelici arrancó el lunes con la certeza de que lo más conveniente para Boca pasaba por marcarle la cancha de alguna manera a Centurión, pensando en una nueva relación entre las partes, en el ámbito de la conducta.
Claro que antes se habría comunicado con un par de abogados para conocer hasta qué punto pueden llegar las condiciones implícitas en un contrato laboral.
Está claro que cada empleado del club puede, fuera del recinto de trabajo y en sus horas libres, manejarse a su manera sin que esto genere multas o sanciones de parte del empleador, ya que esto iría contra lo que marcan los estatutos gremiales.
Entonces, como primera medida el borrador del nuevo contrato, el que se llevó Mazzoni y no estaría convencido de aceptar Centurión, subrayó con énfasis el manual de ética y buenas costumbres que rige desde siempre en Boca y dentro de ese mismo ítem se habría afirmado que el club está en condiciones de rescindir el contrato si considera que el futbolista protagoniza un hecho de gravedad.
Incluso se marcaría que, en caso que esto se concrete, el club no correría con la obligación de pagarle lo que queda por delante.