Esta posibilidad cuenta con el respaldo de destacados científicos como el doctor Avi Loeb, astrofísico profesor de Harvard,

Cada vez somos más los estudiosos que advertimos que la única forma de explicar la existencia de la especie humana es por la hipótesis de que somos resultado de mutaciones genéticas artificiales provocadas por seres inteligentes, procedentes de otros mundos y dotados de avanzada ciencia y tecnología.

Pero, ahora, se han sumado a aceptar esta posibilidad, personalidades destacadas de la Astronomía y la Astrofísica como lo es el doctor Avi Loeb.

"Dioses alienígenas" podrían estar creando universos en el laboratorio, explica Loeb, coincidiendo con una idea que yo mismo vengo señalando: la posibilidad de que la Tierra, toda, no sea otra cosa que un gran laboratorio donde es investigada la evolución que vamos teniendo. Lo cual dejaría bien en claro por qué los visitantes extraterrestres no buscan una comunicación oficial con los humanos.

"Una civilización científica muy avanzada es una buena aproximación a la idea de Dios", agrega el investigador que fuera director del Departamento de Astronomía de la Universidad de Harvard.

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Avi Loeb, astrofísico profesor en la Universidad de Harvard

Avi Loeb, astrofísico profesor en la Universidad de Harvard

Avi Loeb, un astrofísico que recibió su doctorado de la Universidad Hebrea de Jerusalén a los 24 años de edad y es actual profesor en la Universidad de Harvard, comenta que "es arrogante de nuestra parte pensar que estamos solos" y que "el descubrimiento de una civilización alienígena, una que podría tener miles de millones de años, impulsará a la Humanidad a unificarse!. "Hay decenas de miles de millones de planetas solo en la galaxia que llamamos la Vía Láctea y cientos de miles de millones de galaxias como la Vía Láctea en el volumen observable del Universo".

"Y puede haber muchos más vecinos que sean mucho más exitosos que nosotros, y podemos aprender de ellos. Así que mi esperanza es que lleve a la Humanidad a un lugar mejor en el futuro a largo plazo".

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El Proyecto Galileo

Abi Loeb encabeza el Proyecto Galileo y tiene un objetivo ambicioso, que el sitio web de la organización explica de este modo: "Llevar la búsqueda de firmas de Civilizaciones Tecnológicas Extraterrestres (ETC) que ahora se consideran observaciones accidentales o anecdóticas hacia la corriente principal de estudios científicos transparentes, validados y sistemáticos".

"Una civilización científica muy avanzada es una buena aproximación a Dios", señala este astrónomo. Para agregar: "Imagínese a un habitante de las cavernas que visita la ciudad de Nueva York y observa todos los dispositivos tecnológicos en términos de luces que aparecen como un milagro para el habitante de las cavernas. De la misma manera, un nivel superior de inteligencia no puede ser fácilmente comprensible para nosotros".

"Me vino a la mente una historia bíblica: el famoso pasaje del Antiguo Testamento de Moisés y la zarza ardiente. Pero Moisés, podría haber sido ayudado por el conocimiento de la ciencia moderna. Si hubiera estado allí con el Proyecto Galileo, los sensores infrarrojos le habrían informado a Moisés sobre la temperatura de la superficie del arbusto, la cantidad de energía en un período de tiempo emitida y si era realmente un fenómeno inusual".

"La Ciencia debe guiarse por la evidencia, no por los prejuicios. No debe ser disminuido por los matices negativos en las redes sociales o por los celos académicos. Y lo que estoy haciendo es buscar una inteligencia superior, porque no siempre es evidente aquí en la Tierra", concluyó haciendo gala de su habitual ironía.

Lo concreto es que hacia finales de lo que la Geología denomina el Pleistoceno –es decir, hace unos 11.700 años– algo ocurrió, repentinamente, y surgió la especie humana que hoy conocemos. La que comenzó a construir edificaciones de piedra asombrosas que requieren importantes conocimientos científicos y tecnológicos hasta llegar a lo que somos hoy. Durante medio millón de años existieron diferentes especies de homo que no abandonaron la cueva, ni la caverna y, apenas, pudieron hacer algunas herramientas muy rudimentarias. De manera repentina, todo hizo eclosión. Tal como parece haberle sucedido al Universo cuando sucedió el enigmático Big Bang.

Algunos estamos convencidos que la Humanidad actual sólo puede explicarse por la intervención genética, artificial e intencional, realizada sobre aquellos homo por entidades inteligentes muy avanzadas surgidas en otros lugares del Cosmos.

Antonio Las Heras es doctor en Psicología Social, parapsicólogo, filósofo, historiador y escritor. Su reciente libro se titula “¿Qué hay detrás de los OVNIS?” www.antoniolasheras.com

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