No es poca cosa lo que está en juego, pues la paritaria docente bonaerense se ha transformado en la negociación salarial más importante de la república, porque termina funcionando como caso testigo y referencia de otras negociaciones que definitivamente se tiene que desarrollar.
El clima se sobrecarga de contenido y el juego es el de la víctima, no hubo encuentro formal de las partes desde el pasado 30 de noviembre y muchos dirigentes resaltan esta situación y advierten que no están dispuestos a discutir salarios por los diarios.
El contexto nacional mete la cola, siempre suele ser así, para bien o para mal. Hay dos cosas que se dan por seguro en la previa.
Por un lado, que se trata del comienzo de las negociaciones y nadie cree que termine antes del 21F, cuando se realice el paro y movilización que gremios opositores, con Hugo Moyano a la cabeza, están convocando.
La otra certeza es que el arranque de la negociación formal no estará dado por el porcentaje de aumento que ofrecerá el gobierno, que está clavado en 15 %, la novedad puede llegar a estar con la cláusula gatillo o lo que ahora empezó a agitarse, la instancia de revisión automática cuando la inflación supere ese cifra.
La otra variante de la negociación pasa por el presentismo o ausentismo, dos cara de la misma moneda, y no parece ser una novedad, fue algo que se trató de introducir sin existo el pasado año.
Algunos dirigentes docentes, como es el caso de Roberto Baradel, el titular del Suteba, se animan a intercambiar idea por la prensa. Advirtió que el porcentaje piso de aumento es el 20 % con incorporaciones de sumas remunerativas en los salarios, y prefiere la cláusula gatillo automática por sobre la revisión, que en principio la descarta.
Al mismo tiempo, Baradel es apoyado por la Asociación Trabajadores del Estado bonaerense que convocó para hoy al paro nacional de la organización, exigiendo el fin de los despidos, la reincorporación de los trabajadores despedidos y el pase a planta permanente de los miles que hoy realizan su tarea de manera precaria en el Estado.
La entidad gremial exige la apertura de paritarias libres y sin techo en la jurisdicción nacional, provincial y municipal. En este sentido, se reclama que esta discusión paritaria no solo contemple la posibilidad de no perder poder adquisitivo a manos de la inflación durante el 2018, sino que permita recuperar lo perdido en los últimos años.
Específicamente, en lo que hace a la provincia de Buenos Aires, se reclama la apertura inmediata de las tres grandes paritarias que todavía permanecen cerradas y todas las derivadas de ellas.
En ese sentido el gobierno de Vidal tiene un desarrollo diferente al que desplegó el año pasado, pues en 2017 el cierre con los estatales se dio en diciembre de 2016.
Pero mientras de la CTA, en sus distintas variantes están elevando la voz, aparecen organizaciones gremiales que mantienen un prudente silencio o directamente se plantean un cambio de estrategia en la negociación.
El secretario general de la Unión Docentes Argentinos (UDA), Sergio Romero, insistió hoy en la necesidad de ‘revisar la estrategia’ del Frente de Unidad Docente bonaerense, al que según aseguró ‘ve muy lesionado’ y cuestionó ‘no ha funcionado de manera aceitada’.
La mitad de los casi 4 millones de alumnos que concurren a escuelas públicas y privadas de la provincia de Buenos Aires recibe algún tipo de servicio alimentario, aunque solo el 14% almuerza en los establecimientos.
Estos datos se desprenden del Censo Provincial de Matrícula Educativa realizado por el Gobierno bonaerense, que además reveló que 3,8 millones de estudiantes concurren a 15.815 establecimientos en los niveles de educación inicial, primaria, secundaria y especial. Si a este número se le suma la educación superior, la cifra asciende a 4,7 millones.
Según las estadísticas arrojadas por el censo, el 48% de la matrícula escolar, 1,8 millones de alumnos, recibe algún tipo de servicio alimentario. De ese universo, el 29,4% es asistido con más de un servicio, por lo general almuerzo y desayuno o merienda, mientras que el 39,1% asiste solo a la merienda, y el 31% lo hace en el desayuno.
Por otro lado, el 62,4% de los estudiantes concurren a un establecimiento estatal provincial, mientras que el 36,4% se encuentra bajo el ámbito de la educación privada. El restante 1,2% corresponde a la matrícula de escuelas de gestión municipal.
Desglosado por niveles, el 42,3% de la matrícula se concentra en la Primaria, 1,6 millones de alumnos; mientras que el Secundario engloba al 32,6% de los estudiantes, 1,2 millones; el Inicial al 18%, unos 687 mil; y la modalidad Especial al 2 % restante, algo así como 75 mil alumnos.
En ese marco, el nivel en el que las privadas cuentan con mayor matrícula es el primario, con el 15,6% del total de estudiantes. El porcentaje sube del 7% del Inicial y se reduce al 12,6% en el Secundario. Al contrario, la educación pública concentra el 28% de la matrícula de Inicial, el 68,7% de Primaria y el 52,4% del Secundario.
Respecto a la movilidad, el 65% de los consultados declaró ir por sus propios medios, mientras que el 33% lo hace en transporte público y solo el 1,2% utiliza servicios de la Dirección General de Cultura y Educación bonaerense.
El Censo Provincial de Matrícula Educativa fue desarrollado de forma conjunta por la Dirección General de Cultura y Educación (DGCyE) y la Dirección Provincial de Estadística, dependiente del Ministerio de Economía.
Para asegurar la cobertura de los establecimientos se trabajó de forma descentralizada en las 25 Regiones Educativas en las que se encuentra dividido el sistema, y en cada uno de los 135 municipios. Demandó el trabajo de un coordinador provincial, ocho regionales, 25 supervisores y 260 censistas.
El relevamiento se realizó en dos etapas: la primera a cargo del sector educativo, docentes y preceptores, quienes fueron los encargados de empadronar a los alumnos. En una segunda etapa, la Dirección de Estadística procedió a ingresar los datos analizados.
El distrito con mayor matrícula La Matanza, que cuenta con 314 mil estudiantes en todos los niveles, sin contar el nivel superior. Lo siguen La Plata con 170 mil; Lomas de Zamora, 167 mil; General Pueyrredón, 145 mil; Quilmes, 138 mil; Merlo, 134 mil; Moreno, 132 mil; Almirante Brown, 128 mil; Florencio Varela, 112 mil; y Lanús con 99 mil.
En el extremo opuesto, el municipio de Tordillo cuenta con una matrícula de 542 estudiantes, seguido por General Guido, con 672; Pila 1.019; Lezama 1.383 y General Lavalle 1.533.
En cuanto al tipo de gestión a la que concurren los estudiantes, se destacan seis distritos en los que la matrícula privada supera a la pública. Encabeza el ranking Vicente López, donde la privada prácticamente triplica a la pública, con el 69,5% de asistencia.
Le siguen San Isidro, con 64,5% de matrícula privada; San Miguel 51,7%; Morón 51,5%; San Fernando 50,6%; y Tres de Febrero con el 50,3% de la matricula en establecimientos de gestión privada.
Por el contrario, 14 distritos cuentan con el 100% de la matrícula en escuelas de gestión pública: General Guido, General La Madrid, General Lavalle, General Pinto, Guaminí, Laprida, Monte Hermoso, Pila, Punta Indio, Roque Pérez, Salliqueló, Tapalqué, Tordillo y Tres Lomas.
Por otro lado se conoció también una encuesta hecha por Universidad Católica Argentina (UCA) y la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires revela que más de la mitad de los niños del conurbano bonaerense no tiene acceso a internet.
Se trata del 53,6 por ciento de los chicos, quienes no cuentan con este servicio, según un estudio que tomo como muestreo a casi 5 mil alumnos de 30 distritos del conurbano. En tanto, el 47,9 por ciento tampoco tiene acceso a una computadora en su hogar.
El muestreo señala una relación entre los estratos sociales y los accesos. Mientras el franja media cuenta en su totalidad con internet y PCs, hay un sector muy bajo que no tiene computadora en el casi 70 % de los casos y se encuentra sin acceso a internet en el 74,3 %. El muestreo también demuestra una relación entre el déficit escolar y la falta de estos medios.
La encuesta determinó también que el 39 por ciento de los chicos de entre 5 y 17 años de esta región provincial tiene un celular propio de los cuales el 76 % corresponde a los adolescentes y 16 a los de edad escolar, sin diferencias según el sexo.
Se detectó también que del total de niños/as y adolescentes del conurbano bonaerense entre 5 y 17 años, el 21 % se halla en situación de déficit escolar, esto es, que no asiste a la escuela o lo hace con sobre-edad.
El muestreo consignó que el déficit escolar es mayor en aquellos que no acceden a Internet en el hogar, con un 24 % de la proporción, mientras que es del 18 entre quienes sí logran tener esos servicios.
En cuanto a los grupos de edad, de los niños entre 5 y 12 años que no acceden a Internet, el 10,1 % no asiste o lo hace con sobre-edad; mientras que esa tendencia llega al 47 por ciento entre los adolescentes de entre 13 y 17 años.