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El equipo de Guillermo, con Cardona y el resto de los titulares, venció 1 a 0 a los españoles en la Bombonera y festejó ante su gente. Benedetto no estuvo a raíz de una dolencia muscular.
Fue una noche redonda para Boca. Porque celebró ante su gente el último título, aceitó las piezas para su nuevo funcionamiento, con más posesión que vértigo, y encima venció al Villarreal de España por uno a cero, gracias al tanto de Cristian Pavón, y como anécdota quedó que Gago desperdició un penal.
Ahora, el próximo ensayo será el sábado, a puertas cerradas, con Colón, y después quedará el debut en la Copa Argentina, frente Gimnasia y Tiro.
Sin las presiones por tratarse de un partido amistoso, los dos equipos mostraron de entrada su intención de hacer correr el balón, con juego asociado, en vez de caer en pelotazos o en choques innecesarios que pudieran derivar en lesiones inoportunas, justo en el final de la puesta a punto para la próxima temporada.
Y dentro de ese escenario, de muchos toques laterales, sin apuro para profundizar, en el primer tiempo Villarreal le peleó de igual a igual el protagonismo del juego a Boca, tal vez porque el último campeón del fútbol argentino no está acostumbrado a “dormir” el balón, y su esquema clásico de 4-3-3, más allá de los nombres, propone una estrategia más agresiva, con juego ofensivo vertical. Entonces, la primera llegada del partido fue para Villarreal.
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La manejaron Mario Gaspar y Hernández, por la derecha, hasta que llegó el centro para Samuel Castillejo, y el Diez metió un zurdazo sorpresivo, que le sacó chispas al poste derecho del arco defendido por Rossi. Y con ese panorama, los hinchas le entregaron sus aplausos a los pases precisos de Gago y especialmente a cada quite de Wilmar Barrios, quien en poco tiempo ya se prueba el traje de ídolo en el club xeneize.
Después de la siesta, Boca contestó con una asociación por la izquierda: Fabra lo ubicó a Pavón y el centro del atacante se desvió en Alvaro González y casi se le mete en el primer palo al argentino Barbosa. Y en el ataque siguiente, Cardona mostró que no le pesa llevar la camiseta número diez, porque se filtró en el área rival y su remate de zurda, se desvió en Semedo, para terminar en un tiro de esquina.
Igual, la mejor acción del capítulo inicial fue para la visita, a través de un contraataque. Porque la conducción estuvo a cargo de Castillejo, que cedió a Sansone que entraba por su izquierda y su centro fue una insinuación de gol, para Bakambú, que llegaba por el otro lado, pero Magallán se arrojó a tiempo para evitar la conquista.
En el complemento, Cardona volvió a encender la alarma, con un tiro libre, desde el costado, que obligó a que Andrés Fernández controlara el balón en dos tiempos. Y a los ocho minutos, la tocaron todos, de un lado hacia el otro, hasta que las luces se posaron en Gago y el capitán mostró su jerarquía con un pase profundo sin mirar, y así lo dejó solo a Pavón, y el atacante la clavó junto al palo. Fue un golazo, de principio a fin, para que la fiesta de Boca se completa, y ni siquiera pudo tomar trascendencia que en el final, Fernando Gago falló un penal.
VIDEO: el gol de Pavón
VIDEO: el penal errado por Gago
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