El 14 de diciembre de 2003, Boca logró una victoria histórica. Con Carlos Bianchi como estratega el Xeneize volvía a derrotar a una potencia plagada de estrellas.
Fue la última gran conquista del fútbol argentino, la última vez que un club argentino se consagraba campeón del mundo. Pasaron 17 años y nadie puede repetirlo.
Japón fue nuevamente testigo privilegiado de un equipo del Virrey superando a un gigante europeo. Luego del inolvidable triunfo frente al Real Madrid en el 2000, el Xeneize repitió la hazaña y venció al Milan de Carlo Ancelotti en los penales.
El partido terminó empatado 1 a 1 con goles del danés Jon Dahl Tomasson para los italianos y Matias "Pucherito" Donnet para Boca.
Tras 30 minutos de alargue, en la definición por tiros desde el punto del penal, el Xeneize se impuso 3 a 1 y se adjudicó por tercera vez la Copa Intercontinental.
El Pato Abbondanzieri fue la gran figura en la definición atajando los penales de Pirlo y Costacurta. Clarence Seedorf tiró el suyo por encima del travesaño y Rui Costa fue el único que pudo convertir.
En Boca solo falló Sebastián Battaglia, mientras que Rolando Schiavi y Donnet acertaron sus penales para que Cascini cerrara el triunfo y desatara la locura.
Boca (1): Roberto Abbondanzieri, Luis Amaranto Perea, Nicolás Burdisso, Rolando Schiavi, Clemente Rodríguez, Raúl Cascini, Sebastián Battaglia, Diego Cagna, Matías Donnet, Guillermo Barros Schelotto (Carlos Tevez) e Iarley. DT: Carlos Bianchi.
Milan (1): Dida, Cafú, Alessandro Costacurta, Paolo Maldini, Giuseppe Pancaro, Andrea Pirlo, Clarence Seedorf, Gennaro Gattuso (Massimo Ambrossini), Kaká (Rui Costa), Jon Dahl Tomasson (Filippo Inzaghi) y Andriy Schevchenko. DT: Carlo Ancelotti.