Castellano acertó en el momento justo y se llevó un triunfazo

Jonatan Castellano en el renacer de los Dodge merced a las licencias reglamentarias otorgadas para este año, ganó una carrera entretenida, jalonada entre las vueltas 9 y 20 por el reemplazo de las gomas. Operación que disparó la controversia y generó confusión al cierre del soleado y agradable domingo ante muy buena concurrencia.

La objeción interpuesta de parte del JP Carrera liderado por Gustavo Lema, para el que conduce Guillermo Ortelli, será desestimada, en adelanto a este diario por uno de los comisarios, Sergio Garone. El 7 veces campeón, en punta desde el inicio, después de bancarse los embates del Pinchito al comienzo, se afirmó al comando sin diferencia notable ante la neutralización (antes hubo otra por un desbande sin consecuencias) por el despiste de Juan Martín Bruno. Punta que cedió tras detenerse al mismo tiempo que Jonatan en el giro 9, salieron casi a la par pero la Dodge tuvo un plus con una maniobra que cuestionaron Ortelli y Lema, y volvió puntero a la pista.

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La situación se convirtió en el meollo de la carrera cuyo tercer escalón del podio lo ocupó Mauricio Lambiris (Ford). El uruguayo, apoyó al Pinchito “la prioridad en calle de boxes, la tenía el que salía (Castellano) y no el que circulaba por la calle (Ortelli)”.

Relativizó la norma otro de los comisarios, Mariano Calamante: “No hubo prioridad porque los dos salieron juntos”. Calamante también descartó que mecánicos de Pinchito dejaran tiradas en el piso tuercas (estaba prohibido). Tuercas que indebidas, colocó el JP en el auto de Ortelli en la edición 2017 y sólo recibió una multa ante una acción premeditada.

El equipo de Castellano tardó 20s95 en el cambio de los dos neumáticos, y arrancó por el medio de la calle de boxes, objetado por Ortelli, que salió por la parte indicada, sin embargo no mereció objeción de veedores ni comisarios. Se encontraron a la salida y Jonatan no levantó cuando Ortelli entendió que debió hacerlo. De esa forma reapareció en punta en la pista. El resultado final, la gran victoria de Castellano cobró forma, más todavía ante la ida de cola en la última parte en la Chevy de Guille que poco pudo ampliar su punto de vista, pues salió raudo hacia el aeropuerto para alcanzar el vuelo que lo depositaría junto a otros colegas en Buenos Aires.

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En cuanto a Valentín Aguirre, dueño de la pole del sábado, cuando salió de cambiar neumáticos, se le detuvo el auto, la remó luego y clasificó 15º.

Se esperaba que fuera conversada la carrera con los reemplazos de gomas. Y la presunción no falló.

“SE AGARRARON DE TRES COSAS PARA RECLAMAR, RIDÍCULO”

Monopolizaron el cierre. Según Castellano, “yo quedé tranquilo, el equipo hizo un excelente trabajo y gané la carrera en boxes gracias a ellos; no hice nada indebido, cambié, salí y aceleré sin superar la velocidad máxima en boxes (60 km/h), y quedé adelante, la prioridad como decía el reglamento, quedó claro en la reunión de pilotos, la tenía en que salía sobre el que transitaba por boxes”, afirmó.

“No levanté porque no correspondía, seguí derecho por mi línea. Si me iba sobre el paredón de boxes, lo dejaba sin lugar a Guillermo, no tenía alternativa, él debió levantar”, apuntó antes de recriminar a Ortelli y el JP.

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“Se agarraron de tres cosas para reclamar, la velocidad, el lugar de tránsito en la calle de boxes y las tuercas (supuestamente tiradas en el piso), fue ridículo”, acotó.

“Salí a 60 km/h y Pinchito me pasó más rápido, como que soltó antes el limitador de vueltas; además yo transité por la calle principal como correspondía y me pasó por la calle no permitida, y por otro lado la prioridad la tenía el que circulaba por la calle de boxes”, sostuvo convencido Ortelli.

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