El goleador se lesionó en la sexta fecha del torneo Final, en el 0-0 contra Tigre. Según recuerda, le pegó a Joaquín Arzura, volante del matador, en la tibia y el partido se le terminó. Para disputar los siguientes encuentros, empezó una serie de infiltraciones que lo ayudaron a mejorar, pero no lo mejoraron: "Con los médicos tratamos de ser optimistas y pensamos que voy a volver a jugar, no me importa si es éste semestre o el próximo, pero quiero recuperarme bien y jugar al ciento por ciento", manifestó en diálogo con radio América.
Cavenaghi, quien padece una bursitis en el dedo gordo del pie derecho que lo tiene a maltraer desde el último torneo, consideró que "quizás con dos semanas de reposo pasaba el dolor, pero no quería parar y con el correr de los partidos empeoró todo". Dicha molestia le impidió realizar la pretemporada. Y, sobre el final del campeonato, a pesar de infiltrarse hasta tres veces antes de los partidos, no siempre superaba el dolor.
Pero hay más: la dolencia, cree, podría complicarle su futuro en el fútbol. "La idea es no sentir dolor, el pie no me va a quedar igual que el otro. Es una lesión muy complicada. Me estoy entrenando, hay días que corro y hago bicicleta, no estoy parado completamente".
La danza de nombres para suplantarlo, de los indicados para jugar como delanteros en River, fue uno de los temas que más se habló en este mercado de pases. Ni Scocco, ni Pratto, ni Albertengo llegaron al club, y todo hace pensar que será el momento de los juveniles. El "Torito" los respalda: "Deben salir a la cancha a ganar experiencia y demostrar que están en la primera de River".
Por último, evitó polémicas con David Trezeguet, quien lo había acusado de haber influido en su salida del club: "Cada persona tiene libre expresión. Con él no tengo relación, nunca la tuvimos. Es un pensamiento suyo y no tengo nada que aclarar, estoy tranquilo como actúo", concluyó.