La Liga parece haber "reperfilado" su negocio y ahora regula la hegemonía de Barcelona y Real Madrid: con un tercio de campeonato completo, la diferencia en las primeras seis posiciones está al nivel mismo nivel que hace dos décadas.. 

Sin descuidar a Barcelona ni a Real Madrid, el campeonato español parece equilibrar la competencia que había perdido algo de atractivo por lo previsible de las goleadas que cualquiera de los dos le propinaba al rival de turno. Aburrían por abundancia, sumando 100 puntos en una sola temporada y dejando diferencias astronómicas respecto a quien alcanzaba el último escalón de clasificación a las copas.

La Liga -el órgano que nucléa a los equipos de Primera División del fútbol español-, reformuló los parámetros de su negocio porque el protagonismo inalcanzable de ese binomio desniveló por completo su atractivo.

Esos campeonatos tan desproporcionados -acaso por haber tenido nada menos que a Lionel Messi y a Cristiano Ronaldo como pieza extraordinaria en cada equipo-, comenzaron a atentar con el rating de un negocio que solo por derechos audiovisuales reporta 1.865 millones de euros anuales.

Tras las dos temporadas de los 100 puntos, en 2013 la Liga estableció un control económico que le seguía dando los dos equipos ventaja económica, pero regulaba los ingresos para achicar de casi siete veces a 3,5 la diferencia entre ellos y el de menor ingreso entre el resto de los competidores.

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Los colosos de Cataluña y Madrid lo siguen siendo, pero el resto mejoró sus ingresos para tentar talentos internacionales y mejorar el rendimiento. El Athletic pasó de percibir 17 millones de euros al cabo de una temporada, a 71 millones en la siguiente.

“Otros como el Real Betis han visto cómo su poderío en el mercado aumentaba hasta el punto de imponerse a varios equipos punteros de Europa para la adquisición del internacional francés campeón del mundo Nabil Fekir, que llegó desde Lyon”, explica Marc Tarradas, represente de la Liga en el cono Sur.

Es él quien señala que la diferencia de cinco puntos entre los primeros seis equipos de la clasificación marca el nivel de competitividad del fútbol grande de España. Lo compara con el Inglés dónde Liverpool le sacó 18 puntos al sexto, o el Italiano, donde la Juve aventajó en 13 a Atalanta y marca un panorama similar en las ligas de Francia y Alemania.

El primer tercio del torneo español, entonces, marca una tendencia que de sostenerse en los próximos dos tramos, hablará de una competencia saneada, que de todos modos cada vez cuenta con menos futbolistas argentinos: no hay convenio impositivo entre ambos países y una transferencia paga el doble de impuestos. El papel principal reservado en este cuadrante del mundo, todavía lo tiene Lionel Messi.

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