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Tras la denuncia de la casa funeraria que atendió el sepelio del padre del futbolista Walter Montillo, cuyos empleados están en serio riesgo de infección, la clínica cerró ayer sus puertas. Hay 9 casos sospechosos.
El escándalo en la ciudad bonaerense de Brandsen, por una clínica privada que se sospecha ocultó que el padre del futbolista Walter Montillo falleció a causa del coronavirus, no para de crecer. Tras la denuncia de una casa funeraria, cuyos empleados están en serio riesgo de contagio ya que no fueron alertados del peligro, la clínica cerró ayer sus puertas, al tiempo que un médico que se desempeñaba allí y que vive en una ciudad vecina ( San Vicente), aparentemente contrajo el Covid-19. Todo es miedo ahora en esa zona de la provincia de Buenos Aires, donde la gente extremó el aislamiento ante la ausencia de información por parte de las autoridades.
Sólo en Brandsen, y tras estallar el escándalo -fue publicado ayer por Diario Popular-, se conoció que hay nueve casos de coronavirus en estudio, que incluye a la madre del futbolista, aparentemente en buen estado general de salud pero aislada de manera preventiva, luego de ser internada junto a su marido Walter Oscar Montillo (61) y su suegro, Oscar Montillo (91), que murió el fin de semana pasado, por una cardiopatía, en principio sin resultar afectado por el Covid-19, aunque ahora todo es revisado científicamente.
El intendente de la ciudad bonaerense de Brandsen, Oscar Cappelletti, quien al comienzo de la cuarentena fue noticia cuando prohibió que funcionen los puestos de diarios y recibió durísimas críticas del sector de los canillitas, presentó ayer una denuncia en una comisaría para que se investigue "si se cumplió el protocolo" de actuación ante el coronavirus por parte del Instituto Brandsen. "Estamos peleando codo a codo para enfrentrar este problema", dijo el jefe comunal el miércoles, junto al director de la clínica, horas después que trascendiera por redes sociales sobre el contagio de los familiares del futbolista, que no había sido informado a la comunidad. En ese momento, el padre del jugador estaba internado en terapia intensiva, pero luego su cuadro empeoró y falleció, confirmándose el peor escenario.
Ayer, el intendente tomó distancia de la clínica y aseguró haber sido "engañado" al participar de una conferencia en la que, alertó, "no se dijo la verdad".
"Estoy decepcionado y con mucha bronca", reveló el jefe comunal radical al pedir que la justicia investigue el caso tras la denuncia de una casa de sepelios contra la clínica privada luego de que se brindara el servicio fúnebre a un hombre que posteriormente se comprobó padecía coronavirus.
Cappelletti contó que realizó una denuncia en la comisaría local, que será elevada a la fiscalía correspondiente. "Fui engañado en mi buena fe por el director de la clínica (Daniel Navarro), concurrí a una conferencia de prensa, donde no se dijo la verdad, estoy decepcionado y con mucha bronca", dijo el jefe comunal.
Por eso, remarcó que pidió "que se investigue y que se verifique si se cumplió el protocolo. Jamás ocultaría nada y menos una situación como esta, cuando todos bregamos por un sistema de salud cada día mejor".
"La gente de la clínica dice que los fallecidos tienen la bolsa mortuoria, mientras que las autoridades de la casa velatoria sostienen lo contrario", indicó en diálogo con esta agencia.
El caso se descubrió con la exposición del encargado de una casa de sepelios de Brandsen que denunció que la clínica privada de esa ciudad les entregó los cuerpos de dos familiares del jugador de fútbol Walter Montillo con un certificado de deceso por "causas naturales", cuando en realidad "habían contraído coronavirus".
Hasta anoche, según se pudo averiguar, la posible "mala praxis" de la clínica derivó en otros contagios, incluído un médico que vive en San Vicente. La madre del jugador continúa en estado de aislamiento.
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