El actor es el hado padrino en la obra sobre la libertad y los mandatos que protagonizan dos jóvenes actores y que en el elenco también cuenta con Ana Acosta y Emiliano Rella.

Llegan las vacaciones de invierno y en la cartelera teatral se activan las obras para los bajitos. Se apelan a las fórmulas probadas de los clásicos infantiles, que reúnen a toda la familia, pero con Desprincesada, la Aventura de Ser Yo, desde el título se desprende que se va a ver una parodia de los cuentos de hadas. La primera escena arranca con un personaje peculiar, inexistente en los cuentos para chicos, el Hado Padrino, en la piel del versátil Alejandro Paker: “Había una vez...Veo todo al revés...Siempre hacen lo mismo”.

Desprincesada desde el sábado a las 18.30 estará en el Centro Cultural Konex y desde el arranque comienza con una ruptura: “Rompe con el cuento tradicional. La idea es transmitir a los chicos otro tipo de lecciones que seguir los cánones tanto del cuento como de la vida misma. Desprincesarse es una invitación a sacarse los prejuicios de encima y seguir el propio destino, no el que se impone por los padres o la sociedad. Sin hacer juicio de los cánones establecidos, la obra apunta la libertad de elección”.

En Desprincesada, justamente, la Princesa Victoria (Carolina Domenech) tiene marcado el destino de su vida por sus padres, La Reina Madre Isabel (Ana Acosta) y el Rey Padre Maldazzar ( Hernán “Curly” Jiménez) y es casarse con Príncipe Goblín (Brian Pavón). Más interesado en marcar tendencias con sus peinados. Como en la obra se ve todo al revés, se propone un príncipe que lejos de ser el más guerrero y elegante de un territorio, es todo lo contrario: un príncipe peluquero y que no siente nada por la Princesa y viceversa.

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En línea con el príncipe de profesión coiffeur, se inventa la versión masculina del hada, El Hado Padrino: “Son imágenes que no venden en el tradicional cuento de chicos. Este Hado convence a la Princesa que puede elegir frente al callejón sin salida de la joven, quien apenas comienza la obra acepta su destino al decir que ‘yo no sé elegir’. Este hado le prepone un viaje de aprendizaje, la saca de la vida cómoda y sin preocupaciones. Sale del palacio y se encuentra con el pueblo y ahí pasa por una serie de emociones, enojos y miedos. Es un proceso que no sólo ella, sino que todos los personajes van a atravesar. No es un viaje mágico sino que es afín y se convierte en algo personal”.

Como en la vida misma. Eso es lo que propone Desprincesada, sacar a la Princesa de su Cajita de cristal. Si sale del palacio, se rompe: “El cuento no baja línea, no es demagógico. La verdad es la que construye cada uno de los personajes. Nos hacemos cargo de esa libertad de elección, abrir mundo, saber que siempre hay opciones”, señala Paker, un animal de teatro y un actor versátil tanto para propuestas para adultos como para la familia (Ceniciento, un Cuento Musical, Paker se puso en la piel de Madrastra malvada, El Principito y El Capitán, Un Aventurero del Espacio).

“En las elecciones se combina el cuerpo y el corazón. Esto yo lo llevo también al plano espiritual e ideológico. Hay que entender que la opinión diferente no es una traición. Por ejemplo, la política no es tan libre, no permite esta línea de combinación aun dentro del mismo partido. Da la sensación que si cambias es porque se da lugar a las dudas y se sospecha de otras intenciones. En Desprincesada las elección no significa que te aferres con uñas y dientes, los cambios son parte del camino”, sostiene Paker.

Para Paker “Desprincesada es el equivalente a desprejuiciarse. te invita a entender que todo el tiempo podemos cambiar, elegir. En el plano social, aunque se avanzó mucho sobre los mandatos sociales todavía están muy vigentes, sobre todo, a la hora de elegir destinos, como el colegio secundario o la carrera estamos muy atados a los mandatos. Siempre hay tiempo para cambiar”.

El Ente del Poder representado en la imagen del diablo y con la interpretación de Emiliano Rella (antes lo hizo Cristian Sancho, quien no sigue por otros compromisos laborales, entre ellos, la pista de Marcelo Tinelli) canta “desde la sombra soy el poder, el que quita o da. Soy como el ojo de Dios. Soy omnipresente. No me ven....y hacia el final cambia el último párrafo de la canción en alusión a un verso del tema musical Ciudad de la Furia de Soda Stereo: “Me verás volver...”. Por lo que se podría pensar en una segunda parte.

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En cuanto a la competencia con las propuestas comerciales que se avecinan, Paker muy seguro de sí que no es una competencia porque “yo insisto que el pibe no la caretea. Si no le gusta, te lo manifiesta en la función y el valor de esta obra es que pone al chico de igual a igual con un lenguaje libre. La oferta es variada, libre y la exigencia está puesta en la calidad. Las producciones más grandes con actores de la televisión no es un rival para nosotros porque se apunta a distintos públicos”.

Tres obras

Alejandro Paker tiene tres obras en cartel. Son la infantil Desprincesada en el Centro Cultural Konex y dos para adultos: Umbrío, con Eleonora Wexler en el teatro San Martín, y Noche Corta, en El Galpón de Guevara.

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