Espectáculos
El ídolo que supo brilla junto al grupo bailantero en a fines de los ´90 habla de la separación de sus compañeros, de la fama y de sus ganas de volver a la música.
Antes de dedicarme a cantar cumbia, escuchaba heavy metal, me vestía todo de oscuro y con tachas”, afirma de movida Ariel Casco, ex cantante del famoso grupo tropical Commanche que batió records de audiencia durante la década del 90 con temas como Tonta y ¿Cómo te lo Digo?
En sus comienzos nunca pensó en terminar siendo cantante de cumbia: “Cuando era adolescente estaba en otro palo. Escuchaba bandas como Metallica, Mothley Club y Hermética, y además usaba un look acorde a un pibe que le gustaba el metal”.
En sus comienzos nunca pensó en terminar siendo cantante de cumbia: “Cuando era adolescente estaba en otro palo. Escuchaba bandas como Metallica, Mothley Club y Hermética, y además usaba un look acorde a un pibe que le gustaba el metal”.
Y su camino artístico fue apareciendo de a poco: “Un día fui a bailar a una bailanta llamada Metrópolis y me sentí que era Luis Miguel. Tenía mucho éxito con las mujeres y eso me empezó a gustar y divertir. Seguí yendo todos los fines de semana y cambié la música pesada por lo tropical. Al tiempo, un amigo me dijo que en una banda estaban buscando un cantante, y como soy un poco caradura fui al casting y me terminaron aceptando. A partir de ahí, mi vida cambió para siempre porque descubrí que mi vocación era el canto”.
Commanche fue un grupo que marcó una época: “Nosotros impusimos además de la música, una moda en muchos jóvenes. Fuimos los primeros que empezamos a usar el pelo largo con mechas rubias y lentes de contactos en hombres. Nadie se animaba a eso, y a partir de nosotros empezaron a aparecer muchos en las calles con looks parecidos al nuestro. En esa época fue muy gratificante para nosotros haber marcado una tendencia y que todos escucharan nuestra música más allá de las clases sociales a las que pertenecieran”.
La vuelta de lo retro
El éxito fue total y traspasó las fronteras: “El premio más importante fue cerrar el Festival de Viña del Mar en el año 98 ya que fuimos el primer conjunto tropical argentino que estuvo invitado allí. Antes de nosotros habían tocado los Back Street Boys, y luego terminamos cantando con todo el público a nuestro favor. Además, conocimos todos los países limítrofes y recorrimos la Argentina de punta a punta”. Pero siempre el furor tiene un principio y un final: “SI bien el grupo se mantuvo cuatro años, llegó un momento en que el mercado se saturó de lo que nosotros podíamos brindar. Nos terminamos separando en el año 99, y yo estuve cuatro años sin trabajar porque busqué desintoxicarme de todo lo que había vivido durante el mayor esplendor del grupo, tanto las cosas buenas como las malas”.
Se reconoce a sí mismo como “una persona simple que le gusta disfrutar de los buenos momentos. Creo que soy así porque en su momento no pude disfrutar plenamente del éxito y las grandes cosas que nos pasaron como conjunto. Todo fue muy rápido y nos la pasábamos trabajando, por eso hoy trato de vivir la vida a pleno y sin prejuicios”.
Ahora la vida lo encuentra volviendo a insertarse en el mercado laboral de la mano de la vuelta de lo retro: “Tengo i banda y con ella trabajo en discotecas y eventos privados. Hoy por hoy, me siento que soy un mejor intérprete y quiero seguir perteneciendo a este mundo artístico de la mano del canto. No quiero que me pase como a muchos conjuntos tropicales de hoy en día que aparecen dos minutos en la televisión, y al tiempo ya nadie los recuerda. Quiero seguir estando vigente y trabajo constantemente para eso”. Y culminó señalando: “Trabajo en algunos eventos junto con Gastón Angrisani, Daniel Agostini (ex Sombras), Edgard (ex Volcán) y Luisito (ex De la Cumbia),
con los que tengo una gran relación que construí a lo largo de los años. Con todos ellos se había establecido una especie de rivalidad, pero eso era algo generado entre las fans más que entre nosotros mismos”.
Commanche fue un grupo que marcó una época: “Nosotros impusimos además de la música, una moda en muchos jóvenes. Fuimos los primeros que empezamos a usar el pelo largo con mechas rubias y lentes de contactos en hombres. Nadie se animaba a eso, y a partir de nosotros empezaron a aparecer muchos en las calles con looks parecidos al nuestro. En esa época fue muy gratificante para nosotros haber marcado una tendencia y que todos escucharan nuestra música más allá de las clases sociales a las que pertenecieran”.
La vuelta de lo retro
El éxito fue total y traspasó las fronteras: “El premio más importante fue cerrar el Festival de Viña del Mar en el año 98 ya que fuimos el primer conjunto tropical argentino que estuvo invitado allí. Antes de nosotros habían tocado los Back Street Boys, y luego terminamos cantando con todo el público a nuestro favor. Además, conocimos todos los países limítrofes y recorrimos la Argentina de punta a punta”. Pero siempre el furor tiene un principio y un final: “SI bien el grupo se mantuvo cuatro años, llegó un momento en que el mercado se saturó de lo que nosotros podíamos brindar. Nos terminamos separando en el año 99, y yo estuve cuatro años sin trabajar porque busqué desintoxicarme de todo lo que había vivido durante el mayor esplendor del grupo, tanto las cosas buenas como las malas”.
Se reconoce a sí mismo como “una persona simple que le gusta disfrutar de los buenos momentos. Creo que soy así porque en su momento no pude disfrutar plenamente del éxito y las grandes cosas que nos pasaron como conjunto. Todo fue muy rápido y nos la pasábamos trabajando, por eso hoy trato de vivir la vida a pleno y sin prejuicios”.
Ahora la vida lo encuentra volviendo a insertarse en el mercado laboral de la mano de la vuelta de lo retro: “Tengo i banda y con ella trabajo en discotecas y eventos privados. Hoy por hoy, me siento que soy un mejor intérprete y quiero seguir perteneciendo a este mundo artístico de la mano del canto. No quiero que me pase como a muchos conjuntos tropicales de hoy en día que aparecen dos minutos en la televisión, y al tiempo ya nadie los recuerda. Quiero seguir estando vigente y trabajo constantemente para eso”. Y culminó señalando: “Trabajo en algunos eventos junto con Gastón Angrisani, Daniel Agostini (ex Sombras), Edgard (ex Volcán) y Luisito (ex De la Cumbia),
con los que tengo una gran relación que construí a lo largo de los años. Con todos ellos se había establecido una especie de rivalidad, pero eso era algo generado entre las fans más que entre nosotros mismos”.
