La junta médica que investigaba la muerte de Ricardo Fort, ocurrida el 25 de noviembre de 2013, por orden del juez Diego Slupsky, se expidió este martes y, en el documento que resume su investigación niega que el deceso del mediático se haya debido a "mala praxis".
"El paciente fallece con una infección generalizada con la forma clínica de sepsis, pero no de ella. El tratamiento antibiótico empírico realizado es el tratamiento correcto y habitual en estos casos ante la presencia del cuadro descripto", indica uno de los párrafos del documento.
"El motivo de la muerte fue mediante la génesis de una arritmia irreversible y la manera resultó en forma súbita dentro del marco de un cuadro innegable de infección generalizada. Sobre la base del análisis de los datos de la autopsia y de la historia clínica surge que el paciente muere por un cuadro de 'muerte súbita cardíaca' y que el resto de los hallazgos de la historia clínica son secundarios, fundamentalmente al cuadro de sepsis. La obstrucción del 90 por ciento de una de las arterias coronarias fundamentales es la base que permite sostener esta conclusión", asegura el documento firmado por los médicos Fernando Silberman, José Casas, Daniel Piñeiro, Luis Salotto, Fernando Palizas, Gustavo Lopardo y Carlos Damin.
De esta manera, el sanatorio de La Trinidad quedó eximido de la acusación sostenida por la familia del recordado showman, ya que "el diagnóstico de muerte súbita cardíaca se fundamenta en que, si bien el estado de salud del paciente era de gravedad, nada hacía suponer la posibilidad de una detención cardíaca, por lo que hubo un correcto manejo del paciente por los médicos".
La muerte de Fort se vio cubierta con un manto de sospechas desde un primer momento. El millonario sufría de fuertes dolores y problemas de salud derivados de afecciones crónicas en su columna vertebral, y de una fractura de fémur que había sufrido en sus últimos meses de vida. A principios de 2013, además, Fort había sido internado debido a un problema surgido en el duodeno, que derivó en su internación y posterior operación.
Para los médicos, además, Fort "tenía características de personalidad que dificultaban el accionar médico, se comportaba como un HIC (huésped inmunocomprometido) por haber recibido esteroides".