La noche del miércoles marcó el regreso de Luis Miguel a la Argentina. El artista hizo su primer show en Córdoba, en el teatro Orfeo, y ya se prepara para sus dos presentaciones en GEBA. Esta noche y mañana las fanáticas de Buenos Aires podrán verlo en acción aunque por las noticias que llegan desde Córdoba no estarán viendo a la mejor versión del mexicano.
Para las fanáticas que estuvieron en el Orfeo fue un show como el que siempre da el artista, sin embargo las críticas marcaron algunos detalles que llamaron mucho la atención arriba del escenario. Lo primero que encendió las alarmas fue la poca convocatoria del mexicano. Siempre que el artista pisó un escenario argentino sus fanáticas agotaron las entradas pero el miércoles el Orfeo apenas estaba a la mitad, algo que ya le pasó en Estados Unidos.
El segundo punto de alerta fue que Luismi tenía teleprompters a los costados del escenario los cuales miraba de manera constante para recordar las letras. En los momentos que se corría de ellos, se olvidaba el tema. "Los olvidos, inclusos de temas inolvidables, se percibían también con el cambio de fraseo tradicional, apurándose en algunas frases, demorado en otras", dice un diario cordobés.
Uno de los puntos para destacar en su carrera fue su voz. Sin embargo en Córdoba Luis Miguel desafinó varias veces y hasta no llegó a los tonos que siempre solía cantar. En más de una oportunidad se lo vio ponerle el micrófono a la gente para que sean ellos los que terminen las letras de las canciones y él solo se limitaba a entonar un "tararara".
Esta noche Luis Miguel brindará su primer show en Buenos Aires donde sí las entradas están agotadas. Mañana el mexicano se despedirá del público y según trascendió esta podría ser la última vez que pase por Argentina. No por algún enojo, sino porque está pensando seriamente en un largo descanso...